Palabras desde otro mundo

08/12/2010

Shadow World IV

Filed under: — Javier Albizu @ 23:23

Habíamos dejado una Kulthea que lo pasaba mal. Destrozada por otra guerra catastrófica y con el regreso de Ondoval, un antiguo aliado que, con toda la buena intención que le otorgaba su locura, trataría de “ayudar” a su mundo creando una nueva organización; el Jerak Ahrenreth el “Culto del Círculo secreto”. Entre el grupo de “los ocho” se encontraría Scherk bajo la apariencia de uno de los señores de la Aesencia.
¿Cual sería el objetivo de este grupo de amigotes?
Destruir los Ojos de Utha y permitir el libre flujo de la Aesencia por el mundo. Por suerte (aún) no disponen del poder necesario para llevar a cabo esa misión.
Como para compensar este desequilibrio de fuerzas, Andraax “despierta” de su locura tras más de un milenio vagando por el mundo. Su memoria aún permanece fragmentada, pero sabe que algo va muy mal.

Mientras tanto, el el mundo “normal” los reinos y naciones continuaban con sus surgimientos y caídas. Así resurgiría el imperio de Emer gracias a la llegada de un hombre llamado Aldaron. No se sabe si viene de otro continente o de otro mundo, lo que sí que se sabe es que envejece mucho más lentamente que el resto de los hombres. Quinientos años después, y con su imperio ya establecido, partiría de la bahía de Izar para no volver a ser visto de nuevo.
Su hija Vania heredaría el trono que lograría controlar hasta los últimos años de su vida, cuando la corrupción comenzaría a ganar terreno. Poco después el imperio fuese destruido desde el interior por la infiltración de Ondoval y sus huestes.
Al mismo tiempo, los Señores de Orhan se involucrarían más en los asuntos de Kulthea.

Pero, como toda buena banda de malos, el Jerak Ahrenreth dedicaba tanto tiempo en dominar el mundo como el despellejarse entre ellos. Si a esto le sumamos que, tras conseguir el “Libro de las Puertas”, Ondoval se dio un paseo por el tiempo en busca de los artefactos necesarios para alcanzar sus objetivos, durante un tiempo lo único que realmente puso en peligro el “Culto del círculo secreto” fue la integridad de sus propios integrantes que se renovaba por defunción con cierta frecuencia.

Tras unos cuantos milenios enfrascado en su búsqueda, Ondoval regresaría al presente con la “Shadowstone” un artefacto que había pertenecido a Kadaena, con la que trataría de destruir el “Ojo del Norte”. Aunque fracasaría en su intento, las energías liberadas con su ataque provocaría un durísimo invierno por todo el hemisferio norte.
Al saber del poder del que disponía su rival Andraax partiría en busca de la Soulsword, en único artefacto capaz de detener al portador de la Shadowstone.
Mientras tanto, los Loremasters y los Navigators comenzarían a investigar la causa del recrudecimiento antinatural de los últimos inviernos, y los antiguos “aliados” de Ondoval dejarían de lado sus diferencias para tratar de detenerle.

Y así es como nos encontramos el mundo en el presente.
Bueno, más o menos ya hemos recorrido (muy por encima) la historia “oculta” del mundo. Sí, está llena de lugares comunes (¿cual no?) pero están mezclados con la suficiente gracia, descaro y grandilocuencia como para crear algo interesante y capaz de despertar (mí) nuestra curiosidad sobre el ¿Y ahora, qué?

Pero el mundo no está compuesto sólo de combates cósmicos, luchas eternas y tipos inmortales. Vale, esto es lo que más me gusta de él, pero también podemos bajar a un nivel más mundano y encontrarnos tramas de otro tipo. Intrigas políticas o ruinas perdidas. Descubrimiento y exploración de nuevas tierras.
Tenemos una variedad bastante amplia de etnias humanas y élficas (aunque tratando de alejarse de las tradiciones dungeoneras o tolkienianas). Tenemos también enanos, faunos, krylites, saurkur y lugroki (entre otros muchos). Tenemos órdenes místicas como los los Ahn sye Nokora (La orden de la Espada llameante) o los Ahn sye Takla (La orden de los Cuatro Vientos) y organizaciones no tan amistosas como los cinco Dragonlords. Monjes guerreros Changramay y viajeros astrales confundidos con dioses. Portales a otros mundos y montones de demonios provenientes de otros planos.
Ahí lo tenéis. Todo lo necesario para crear unas cuantas historias de prácticamente cualquier tipo. Hala, venga, ya estáis tardando en ir a por ellos.