Palabras desde otro mundo

Estaba yo viendo un capitulo de House este domingo, cuando salía una clase (de un colegio) en la que una de las estudiantes estaba tranquilamente con su movil.
La cosa es que me chocó. Por supuesto, aquello “en mis tiempos” era impensable (bueno, lo podías pensar pero no realizarlo), pero supongo que ahora será la tortura constante de los profesores.
Después de eso, y aprovechando mi habitual momento insómnico de los domingos a la noche, me dedique a darle vueltas al asunto y, no se porque extraño razonamiento, me dio por pensar en como sería el asunto en el futuro.

Palabras desde otro mundo, sección hipótesis clarividentes presenta:
¿Como será el colegio en el futuro?

En uno de mis relatos de ci-fi (El Erudito mas concretamente) planteaba una clase universitaria en el futuro. Ya se que dicen que escribas de lo que conoces, y yo sólo he pisado una universidad para jugar a rol o para llevar bultos, pero como tampoco he estado en ese futuro (ni en ningún otro), como que lo mismo da.
En fin. En ese futuro hipotético, no había aulas físicas sino virtuales, a las que se conectaban tanto el profesor como los alumnos. En un principio, mi idea era que cada uno se conectaba desde su casita. Pero después de darle vueltas me pareció una idea de lo más inocente.
A la velocidad a la que va la tecnología, de aquí a equis años yo veo bastante claro que vamos a estar todos fichados (al menos los del “primer mundo”, no sé si esto tendría que ir en mayúsculas, pero como que paso). Ya se va avisando con toda la historia esta de poner chips identificadores en el D.N.I. y demás paranoias Orwelianas.
No digo que nosotros lleguemos a verlo, pero quizás a vuestros nietos si que les toque vivirlo (de todas formas el futuro en el que ambientaba mis historias era mucho más lejano).
A la inocencia a la que me refería no era tanto a como serán las casas en el futuro (y al paso al que vamos, si alguien podrá decir que una casa es “suya”) y su conexionado, sino a que los estudiantes se podrán conectar a sus aulas desde cualquier lugar. No hablo de cibercafés, sino de conexiones inalámbricas. En un principio había pensado en conexiones fijas repartidas por la calle, pero va a ser que tampoco. ¿Para que andarnos con minucias?

¿Consecuencias?
Pues lo que decía en ese mismo relato.
La gente pasará de leer. Al menos leer como nosotros lo conocemos, mirando letras y usando los ojos y esas cosas. El lenguaje escrito cambiará por completo y la comunicación hablada ni te cuento. Globalización por los cuatro costados.
No habrá un idioma único, pero si algo muy similar. Habrá dialectos locales y/o/u gremiales de una única lengua oficial.
Por supuesto continuarán los frikis, nostálgicos, rebeldes, independentistas, historiadores y demás cafama (que planchazo, este palabro no existe en el diccionario de la RAE, así que no me van a poder decir que no significa lo que creo que significa) empeñándose en conservar las tradiciones, idiomas y diferentes elementos culturales de la antigüedad. Pero será algo meramente anecdótico, aislado y pintoresco. Adiós al “Typical spanish” y expresiones de esa índole.
Eso hasta que encontremos sitios lejos de aquí para establecernos.
Entonces ya será el despiporre. La globalización desglobalizada.

Lo que nunca me he tragado de la Ci-fi clásica es eso de la homogeneización planetaria. La capital del planeta y cosas por el estilo. En cuanto nos larguemos de aquí (la tierra), comenzarán a proliferar más tierras-lejos-de-la-tierra.
Se puede tener una misma cultura de partida, pero por mucha comunicación que haya por ahí, las diferencias entre cada planeta va a ser un mundo (válgame la rebuznancia)
La tierra será una unidad de boquilla, pero será una unidad de lo más fragmentada. Una unidad basada en el equilibrio de fuerzas (y en el abuso sobre el tercer mundo. Porque eso no va a desaparecer ni de globo. Es más, cada planeta tendrá su propio tercer mundo, aunque no se que nombre le darán). Y ese equilibrio se trasladará a las colonias.

Bueno, lo dejo por hoy, que me he puesto de un optimista.
Pero en definitiva. El futuro no será ni mejor ni peor que nuestro presente. Sólo distinto.
Distinto como lo es nuestro presente del pasado que nos ha precedido. Cambiaran las leyes, las palabras y cambiaremos la faz del planeta, pero en el fondo nos sigue moviendo lo mismo (con todo lo bueno y todo lo malo que eso conlleva)
Las cosas cambian para seguir igual.
Puedes decir que evolucionamos, pero nos limitamos a cambiar a otra cosa similar.