Palabras desde otro mundo

Yo es que no tengo remedio.
Basta que diga que tengo que tomarme esto del blog con más calma, que cojo carrerilla y me pongo a escribir cada una de las noches que me toca trabajar. Y claro, como soy como soy, me da por darle vueltas en la cabeza “vaya, a este ritmo ¿cuanto tardaría en compensar las columnas que no he escrito en los últimos nueve meses? A ver si puedo mantener el ritmo”
Y basta que empiece con eso, para que el bucle eterno vuelva a recomenzar. Y ya empiezo a darle al tarro de nuevo. Y me digo, “Que no. Que no hay ninguna obligación. Que si vuelves otra vez a las mismas, acabaras igual”
Así que me digo que, vale, que me lo voy a tomar con más calma esta vez.
¿Adivináis que estoy haciendo ahora mismo? (bueno, eso variará del momento en el que leáis esto, pero lo que es yo, ahora mismo, estoy escribiendo-para-no-compensar-lo-que-no-he-escrito-estos-meses-y-tomármelo-con-calma-esta-vez)
Y me están entrando unas ganas de darme de collejas que… que… vamos.
¡Capullo!

Pero estoy desvariando.

En otro orden de cosas, y continuando con mi marcada vena de masoquismo y comportamiento poco inteligente (por no llamarlo de otra manera) me he apuntado a otro curso.
El hecho en sí de apuntarme a un curso no implica nada malo (salvo estudiar, y eso siempre es malo, o al menos, casi siempre desagradable) Además, el curso es interesante, gratis y relativamente corto. Así que, hasta aquí todo bien.
Lo malo es que, pese a no coincidir con mi horario de trabajo y de estudio, estos dos últimos fines de semana han sido como una partida de Tetris. Lo cual implica dormir poco (y por poco me refiero a menos de lo habitual en mí)
Hete tú aquí que me he dado cuenta de que podría haber pedido vacaciones o un cambio de turno para conjuntar mejor estas dos tareas, pero no lo he hecho. ¿Porque? Porque podía hacerlo (como así ha sido), porque soy un ¡HOMBRE! y soy ¡DURO! (y prefería reservarme las vacaciones para otra clase de eventos)
¿Que pasara si continuo con este camino?

Anécdota friki:
En una partida de Warhammer, un personaje mío tenía una poción que aumentaba en dos su fuerza. La pega es que aquella poción solo le daba para ser usada en dos ocasiones. Así que el personaje no la uso nunca. Las amenazas nunca eran para tanto, bichos normales, nada del otro jueves.
Hasta que una de esas amenazas se lo cargo.
¿Sabéis que es lo mejor?
Con el anterior golpe que le había dado a ese bicho, de haber tenido esos dos más de fuerza, se lo habría cargado.
Me parece que pilláis el símil.
Espero no acabar el año con mis vacaciones intactas a la espera de encontrar un uso lo “suficientemente bueno” para ellas.
¡Capullo!

Y sigo desvariando.

No voy a seguir estudiando por las noches. Lo tengo decidido.
Si las noches ya se hacen de por si largas, estudiando se hacen simplemente eternas. Así que, cuando el mes que viene empiece la que he dado a llamar “jornada laboral celestial” de seis noches trabajando seis librando, dedicare cuatro o cinco de las tardes o (que no y) mañanas a tan desagradable menester (pero en más grata compañía que un servidor de ustedes y los libros) Tengo asumido que estudiaré mucho menos, pero lo haré más a gusto, y viviré mucho más feliz (como así esta siendo desde que llevo a cabo esta práctica)
Bueno, no voy a estudiar lo que yo llamo estudio. Pero me estoy informando de una serie de cosas…
Tengo que hacerme un cable para conectar alguno de mis ordenadores a mi viejo C64. Lo he visto, existen. Y también se puede conectar un discman para cargar los juegos desde ahí grabándolos como CD de audio (¡DIOSES! cuanto quiero a internet y los frikis que la poblamos)
¿Alguien sabe de alguna distribución de Linux para instalar en una tarjeta de memoria flash conectada a un commodore web-it?