Palabras desde otro mundo

05/04/2006

Dolor

Filed under: — Javier Albizu @ 00:32

¿Qué es el dolor?
Un indicativo de que algo va mal.
¿Qué es el dolor?
Una advertencia. Un mensaje.
¿Es el dolor malo?
No… aunque puede llegar a ser muy desagradable… y, sobre todo, doloroso. Qué le vamos a hacer.

Hay muchas clases de dolor y como su propio nombre indica, todas ellas son dolorosas.
Tienes el dolor físico: Dolor agudo, dolor sordo, molestia persistente, quemazón. Pero no tiene nada que hacer contra el dolor que no siente tu cuerpo. Contra el dolor que no proviene de las heridas al cuerpo.
No hay peor dolor que el causado por la perdida. Nada mitiga esa dolencia. Es una herida que puede cicatrizar, pero que nunca se cerrara por completo.

Cada uno tenemos nuestra propia manera de enfrentarnos a esta clase de dolor.
La primera reacción, suele ser casi siempre la misma. Tratar de huir. Pero se empeña en acompañarte.
Puedes tratar de ignorarlo. Negarte a pensar sobre ello, dedicar tu cabeza a otras labores. Pero siempre va a estar ahí, esperando a que te descuides para volver a hacerse presente.

De lo que no nos damos cuenta es de que no tiene sentido luchar contra el dolor. Él no es el enemigo. Lo cierto es que no hay ningún enemigo.
Sólo hay que hablar con él. Escucharle. Saber de donde proviene. Hacerle un hueco en tu interior, y continuar con tu vida. Porque de una manera o de otra, él siempre va a estar ahí.
Que bonito.
Que fácil.
Hablar es gratis.
Escuchar al dolor es doloroso, no lo niego. Saber de donde proviene no evita que igualmente duela. Buscarle un sitio es tanto o más doloroso que todo lo anterior.
Pero al final no queda más remedio. Puedes retrasarlo todo lo que quieras. Puedes creer que vas a lograr derrotarle. Pero él no ha venido a luchar. Sólo esta aquí para decirte algo que ya saber. Algo que no quieres aceptar.
Esa persona ya no está. No va a volver.
Y dentro de ti, en el lugar donde antes estaba esa persona, sólo quedan rabia, angustia y dolor.
Y eso no es justo para nadie.
La rabia y la angustia terminarán por desaparecer, pero el dolor perdurará. Solo que con el tiempo, ira cambiando. Con el tiempo se convertirá en algo más
Pensar en esa persona te causará dolor, pero en el fondo de él encontrarás otras cosas. Un gesto, un momento pasado juntos, una sonrisa.
Y mientras lloras, quizás puedas esbozar tú una sonrisa amarga con la que responderle y decirle: Te echo de menos. Pero no te olvidaré.