Palabras desde otro mundo

17/10/2005

El mejor cine

Filed under: — Javier Albizu @ 19:55

Los chicos del Plus, no dejan de decir que el mejor cine lo tienen ellos. Pues yo les diría (utilizando su mismo estribillo promocional) “Pues va a ser que no”. Yo creo que el mejor cine de los últimos años, se hace para televisión. Lo cual no implica que el medio para el que ha sido creado, se dedique a destrozarlo con anuncios y similares.

No estoy hablando de las “Tv movies”, ni de esas pretendidas “Grandes sagas” que se dedican a destrozar los clásicos literarios (como en todo, hay excepciones, pero como toda excepción, son mucho menos numerosos los aciertos que las pifias).
Me estoy refiriendo a las series de televisión. Eso que las cadenas locales compran para cubrir huecos, y tiende a emitir en el horario “cultural” de las tantas de la mañana. Eso que los canales del satélite emiten, salpicándolas con molestas interrupciones de auto bombo (por mucho que se vanaglorien de no tener “cortes publicitarios”).

Obviamente no me estoy refiriendo a las “Sit-coms”. No porque estas me parezcan malas, sino porque no hay desarrollo de personajes. Sabes que aunque en un capitulo se acabe el mundo, en el siguiente van a volver a estar todos en la misma posición en la que se encontraban en el primer capitulo (vuelvo a repetir lo de las excepciones y la coletilla que mencionaba antes).
No. Me estoy refiriendo a las series con “continuará”. A esas en las que la gente muere, y permanece muerta. A esas en las que la gente cambia, y esos cambios no solo son permanentes, sino que tienen una razón de ser. A esas en las que los malos (caso de haberlos) no son (siempre) malos porque si, sino que tienen sus razones para actuar de una u otra manera.

El cine de pantalla grande, cada vez dedica menos tiempo a desarrollar a los personajes, sino que se dedica a soltarlos en el mundo sin decirnos quienes son, y como han llegado a serlo. Cuando llega el momento en el que Billy (o Hans, Otto o quien se tercie) muere, pierde un familiar, o se queda tullido, nos (bueno, al menos a mi) me da igual. Hay pocas películas que hayan llegado a emocionarme. Puedo entender que es un momento triste (o alegre), pero no lo “comparto” con los personajes que se me están mostrando en la pantalla.
Cada vez se tiende mas al “deux ex machina”. Parecen video juegos. Al personaje le pasan cosas, porque de lo contrario no le podría pasar lo siguiente, no porque sea la consecuencia lógica de una sucesión de acciones y reacciones. Los actores actúan y hacen las cosas porque “viene en el guión”, pero lo hacen sin convicción alguna (o si tienen esa convicción, no saben mostrármela).
Los guionistas no tienen tiempo, no les dejan, o no saben dosificarlo para hablarte del personaje y lo que le esta pasando (y eso que cada vez abundan mas las películas de mas de dos horas).
Los productores se gastan miles de millones (al menos cuando usábamos las pesetas, ahora “solo” se gastan millones de euros) en crear, o recrear mundos que sean muy bonitos, o muy oscuros. Psicodélicos, o híper realistas. Pero son mundos vacíos repletos de gente clónica.

Por el lado contrario están las series. Largas llanuras de tiempo deseosas de ser llenadas de detalles, pobladas por personajes que se matizan a cada capitulo que pasa. Personajes con una vida mas allá de la aventura, el drama o tragedia que toca narrar esa semana. Con vidas que se van desarrollando como telón de fondo de lo que se nos esta narrando en primer plano.
Quizás no haya tantas pelas detrás como en las películas, pero saben sacar de lo que les dan mucho mas partido que sus “hermanas mayores”. No tendrán súper estrellas, ni falta que les hace. Rescatan de vez en cuando a secundarios de lujo, o grandes actores olvidados, y les dejan hacer lo suyo, que es actuar. Descubren a gente que, bien no se les había dado una oportunidad, o no se les había dado la oportunidad adecuada. Guapos y feos, altos y bajos, de aspecto llamativo o anodino. Da igual. Rostros nuevos, rostros sin encasillar (aún) en un rol determinado.

¿Qué conseguimos nosotros?

Pues conseguimos maravillas como Babylon 5, como Sports Night, como Las chicas Gilmore. Sagas épicas, retratos de un lugar de trabajo o de la vida en un lugar pintoresco. Conseguimos El ala oeste de la casa blanca y Firefly. Galáctica y Turno de guardia. Urgencias y Buffy cazavampiros. Angel y El abogado.

Conseguimos conocer a gente que sabemos que no es real, pero que aún así nos importan sus vidas. Que cuando les pasa algo malo, no solo lo sentimos por ellos, sino por como afecta eso a su entorno. Gente cuyos éxitos compartimos, y fracasos padecemos.
Conseguimos ver a partir de sus ojos otras ciudades, otros países, otros mundo. Al igual que todos esos personajes, sabemos que todos esos lugares son falsos (de una u otra manera). Lugares y gentes que desearíamos que existieran, y lugares y gentes que esperamos que no hayan existido, o que no deberían existir jamás.

Conseguimos alimentar nuestra imaginación.
Y eso es algo que rara vez se valora en su justa medida.