Palabras desde otro mundo

21/11/2004

Mundo laboral II (Alicia y Blanca)

Filed under: — Javier Albizu @ 20:37

¿A quienes pertenecen estos nombre?
Vaya pregunta, pues a dos mujeres. Blanca Arias, encargada de los libros en la tienda, y profesora de piano particular, y Alicia (no me acuerdo de su apellido), administrativa que trabajó unos cuantos años en la tienda.
¿Que que tienen de especial estas mujeres?
Pues lo cierto es que no lo se, pero son las únicas con las que he logrado mantener una relación “física”.
Quietos parados, no me seáis malpensados.
¿Que a que me estoy refiriendo entonces con una relación “física”?.

Me explico.

Son las únicas a las que he sido capaz de tocar sin miedo. Quizás fuese por la diferencia de edad (ambas eran mayores que yo, supongo que cosa de siete u ocho años, aunque para esto de las edades soy nefasto), pero lo cierto es que a ellas les he hecho cosas que nunca he hecho a otra chica o mujer (joe, que sucio suena esto, mejor concreto un poco).
Recuerdo que, sin motivo o razón aparentes, era capaz de hacerles cosquillas, taparles los ojos, o levantarlas a traición (y no dejo de sorprenderme a mi mismo al pensar que era capaz de hacerlo).

Me pregunto si sería cosa de la edad (la mía), pero mi respuesta solo puede ser que no. No era un crío (tendría entre los dieciocho y los veinti pocos), y ya por aquel entonces (mas bien diría que a lo largo de toda mi vida consciente) las mujeres me imponían un respeto excesivo.
Me pregunto si sería por tener mas familiaridad con ellas, pero tampoco es así. A Blanca la conocía desde muchos años antes de que entrase a trabajar a la tienda, pues nos había dado a mis hermanos y a mi clases de piano en varias ocasiones, pero a Alicia antes de que entrase a la tienda no la conocía de nada.
Tampoco se trataba de que me pareciesen feas ni nada por el estilo. Es mas, Blanca siempre me pareció una mujer preciosa.

Entonces, ¿de que se trataba?. ¿Que es lo que hizo que mis neuras, bloqueos, o lo que sea que tengo, no se “activaran” con ellas?. Pues no tengo ni idea.
No tenía ninguna confianza especial con ellas, y después de que se fueran tampoco he mantenido el contacto.
¿Que es lo que no me hacía temer que pudiesen malinterpretar mi contacto?, ¿Que las hacía distintas a todas las demás?.

Y ya que estamos con las preguntas.

¿De donde me viene ese miedo?, ¿Porque surge?.
¿Porque soy capaz de aceptar que una mujer me toque, sin pensar que hay razones ocultas para ese contacto, pero no soy capaz de tocar a una por miedo a que ella pueda imaginarse estas razones inexistentes?.
Quizás todo se reduzca a mi baja auto estima. A que no se que podría ver una mujer en mi, pero que temo que ellas puedan ver en mi solo a “otro” hombre.
Y es que tiene narices la cosa, con lo que me empeño en decir que cada persona es un mundo, lo intransigente que soy con las generalizaciones, y en el fondo sigo “atado” por el miedo a que los demás sigan el pensamiento generalista. A que los hombres piensen “todas las mujeres son iguales”, y que las mujeres respondan “todos los hombres piensan solo en lo mismo”.
Soy (iba a decir que quiero serlo, pero lo cierto es que lo soy) distinto al estereotipo, al igual que otros tantos miles de millones, pero en el fondo no soy realmente capaz de escapar a la imagen que puedan tener el “arquetipo femenino” de los hombres.
Y esto podría pasar con las desconocidas, aquellas que no me conocen. Pero no puedo evitar que este temor se extienda a aquellas que me conocen, y eso es lo que mas me revienta.
Quizás todo se reduzca a mi temor a romper la inercia de la que hablaba hace unas columnas, romper esa imagen que se pueda haber creado de mi la gente que me rodea, que si cambio puedan pensar que hasta hoy solo he sido un fraude.
O quizás sea peor aún. Quizás todo se reduzca a mi cobardía, a no arriesgarme, a quedarme y conformarme con lo que tengo. A no “buscar” o no atreverme a “querer” algo mas por miedo a perder lo que tengo.
Quizás solo sea un mecanismo de control descontrolado, quizás sea que, en el fondo, no crea merecer nada mas.