Palabras desde otro mundo

01/08/2005

Ni idea

Filed under: — Javier Albizu @ 20:21

Pues la verdad. No lo entiendo.
Ahora vosotros deberíais preguntar ¿el que? (o algo similar).
Pero como escribo esto antes de que lo leáis, tendré que asumir que habéis hecho la pregunta (o la haréis).
¿Qué es lo que no entiendes?
(Aunque es posible que os preguntéis si hay algo en este mundo que realmente pueda decir que entiendo).
¿De que se trata?. ¿De que los Backstreet Boys hayan sacado un disco nuevo, y te guste el primer single?.
¿O acaso tratas de comprender conceptos como la macroeconomía, la composición del atómica del ziritione?. ¿El significado o posible existencia de infinito o pi? ¿La posible existencia del menos común de los sentidos? (el sentido común).
Mira que sois rebuscados. Que no. Que no se trata de ninguna de esas cosas. Aunque esas cosas tampoco las entiendo.

No entiendo la mente. No entiendo la memoria. Ese batiburrillo de imágenes difusas y recuerdos lejanos, que solo necesitan de un impulso sensorial para completar el puzzle desdibujado que lleva a la creación (o plagio mas o menos asumido) de algo pretendidamente original, pretendidamente nuevo o divertido. Algo que inspire terror o alegría, arranque un llanto o un suspiro. Algo que logre transmitir esas emociones auto inducidas (o no) que pueblan nuestras mentes.
A veces desearía que existiese un mecanismo, un método o truco para “activar” esta reacción. Pero luego me digo que no. Que si las cosas fueran fáciles la recompensa final sería menor al ver terminada una obra.
Al menos eso quiero creer. Porque de lo contrario, de no ser proporcional el esfuerzo al resultado (que tampoco es una constante universal. También influyen multitud de factores ajenos, o no controlables por uno, como el talento innato, o que alguien haya sido galardonado con unos talentos que no se adecuan a sus aficiones o intereses). De haber una manera en la que las que el resultado y la gratificación no tuviesen una relación proporcional al esfuerzo. Me sentiría como un imbecil.

Todo esto viene a cuento de que hoy no se me ocurría nada sobre lo que escribir. Las ideas y bosquejos de mil y un inquietudes siguen pululando por entre mis neuronas, pero parece que esta semana no ha surgido el impulso que hiciese que una de ellas se impusiera al resto.
He estado tentado de poner en la pagina algo que hubiese escrito hace tiempo, algo para cubrir el expediente de los lunes (bueno, mas o menos como lo que estoy haciendo ahora). Pero al final he decidido ir a lo de costumbre. Lo fácil es demasiado fácil.
Por otro lado, me he dicho. Prueba algo nuevo. Un ejercicio de nadería. Haz de político, y no digas nada durante unas cuantas líneas. Tratar de captar la atención del pobre pardilllo/a que se pase por aquí esperando leer algo con fundamento, solo para descubrir (si no lo había hecho hacia la mitad) que en realidad no tenia nada que contar.