Palabras desde otro mundo

El ser humano, por definición (o al menos según la mía), es un ente contradictorio (al menos yo lo soy).
Necesita de leyes, pero luego las ignora cuando le apetece. Necesita de un orden establecido… al que luego criticar y/o/u oponerse.
Necesita que sea “otro” quien haga las cosas, pero si no las hace a “su” manera, entonces están mal hechas.
Bueno, estoy hablando de mí, pero supongo que alguno que otro se verá identificado con estas afirmaciones. Pero bueno, hoy no voy a hablar de política ni cosas trascendentes.
¿De que voy a hablar?
¿Quién ha levantado la mano?
A ver. Sí, tú, el de la última fila.
No nos ira a hablar otra vez de la subjetividad.
No me ha gustado su tono, joven, pero sí. Subjetivicémonos todos juntos.

Una de las palabras que usaría para definirme sería anarquista, aunque no me considero anárquico.

¿A que me refiero con esto?
No es que este a favor de la abolición del estado y esas cosas. De lo que si que estoy en contra (Bueno, tampoco es que esté en contra, contra. Es más que no les pillo el sentido) es de una gran parte de los formalismos y protocolos de comportamiento aceptados socialmente (Vale, ya he conseguido meter el palabro del titulo dentro de la columna. A ver que tal sigue a partir de aquí).

Aaaaah, que delgada es la línea que separa la hipocresía de las buenas maneras (es tan, pero que tan fina, que muchas veces no existe tal línea).
¿Es preferible un poco de hipocresía antes que un conflicto?
Vosotros también… Me hacéis cada pregunta.
Pues… no sé. Dependerá de lo grande que pueda llegar a ser el conflicto, ¿no?
¿Entonces, lo que decías en tiempos de decir la verdad y tal y cual?
Vosotros sois unos cabrones. Estáis tirando a dar.
Que no. Que no me vais a pillar por ahí.
Continuemos.
Bueno, vale. Os voy a responder (cuando os ponéis así no hay quien os aguante)
Que hay muchas maneras de decir la verdad. Que está el tener un poco de mano izquierda, decir sólo la cantidad exacta de información que se te pide y todas esas cosas.
Pero no. Por mucho que mole House, ser un borde no va a hacer que ligues con la chica y al final lo soluciones todo y sigas tan feliz (o infeliz) como habías empezado.
¿Veis?
Ya habéis conseguido que me desvíe del tema otra vez.
¿Dónde estábamos?
Ah, sí. El protocolo.
Leñe, que de eso iba esto.
Si vas a tal sitio, tienes que ir vestido de tal manera. Si vas a ver a un tipo importante le tratas con respeto excesivo, pero si ves a un tipo cuyo aspecto no os resulta agradable (y es un don nadie) tenéis permiso para faltarle al respeto o señalarle con el dedo como muestra de vuestra superioridad moral o estética.
¿Vas a abogado o un notario? Eres amable (a no ser que te toquen mucho las narices)
¿Vas a una panadería o a un bar? Tienes derecho a ser un capullo integral.
¿Te atiende un cualquiera? Le puedes tratar de cualquier manera. Le puedes regatear hasta cansarte.
¿Te atiende el “señor director”? Por favor. Un respeto. Que lleva traje y cobra más que tú.
Las clases sociales no desaparecen, sólo cambian. Todos somos iguales ante la ley, pero el rico puede pagar la fianza y el pobre no. Todos somos iguales… pero algunos un poco menos.
Yyyyyyyyyy ya me estoy desviando otra vez del tema que quería tratar.

Protocolo.
¿Qué es el protocolo?
Pues lo mismo que el arte. Unos criterios personales que alguien trata de hacer pasar por universales “No te puedes ofender, después de llamarte capullo te he pedido que me perdones, que no quería decirlo”
¿Qué es el protocolo?
Una deferencia que tienes hacia aquellos que consideras tus iguales (o superiores)
¿Quién quiere educación sabiendo de protocolo?

Tratemos a la gente con respecto a su clase social. Un capullo es menos capullo si tiene pelas o lo aparenta.