Palabras desde otro mundo

08/08/2005

Hablemos de sexo

Filed under: — Javier Albizu @ 13:07

Llevaba (mucho) tiempo con esta columna rondándome por la cabeza. Pero el mayor problema que tenia era el encontrar un lenguaje para ella que no me resultase violento a mi mismo. No por ser políticamente correcto, sino porque este es un tema del que siempre me ha incomodado hablar. No se si será por las expresiones que se suelen usar, el tono con el que se usan, o el contexto general en el que se tiende a englobar esta clase de conversaciones, la cosa es que este es un tema en el que no tiendo a participar.
Hay veces que lo achaco a mi lado mojigato (muy desarrollado el), y otras veces a mi lado romántico (que no se si muchas veces se solapa con el anteriormente citado), pero la cosa es que parece que he logrado encontrar las expresiones que necesitaba para hablar de ello (demos gracias a Crom, Odin la RAE o quien sea menester por el idioma castellano).

Bien. ¿Por donde empezar?.

Hace unas semanas, viendo un capitulo de Buffy Cazavampiros (que queréis que le haga, uno es friki, y saca sus referentes y citas de lo que mas a mano tiene). Como os decía, en ese capitulo había un momento de “sexo antes de la batalla”. Así que ahí teníamos a Faith con el director Wood (rollo interracial) , Willow con Kennedy (rollo lésbico) y a Anya con Xander (rollo normal, si descontamos que antes Anya había sido un demonio de la venganza). Por otro lado, estaba Buffy con una (otra) de sus depresiones, hasta que Spyke da con ella, y trata de devolverle su confianza. Cuando ya cree que ha hecho todo lo que podía, se da la vuelta con intención de irse, y entonces Buffy le pide que se quede, que no quiere estar sola. Spyke se en un sofá. Buffy le dice si no podría ponerse en la cama y abrazarla. Spyke accede.
Así que en la tele se iban alternando los diversos momentos “sexuales”, con Spyke con Byffy sobre su regazo, mirándola y acariciándole el pelo mientras esta duerme. Y la cosa es que él era el único que me daba envidia. No porque la señorita Gellar me pareciese la mas atractiva de las que iban apareciendo en pantalla (de hecho es la que menos me atrae de los personajes que aparecían en pantalla). Ni siquiera iba a haber sexo después de aquello. Spyke esta enamorado de Buffy, pero ella no le corresponde (y él lo sabe). Sino porque aquella muestra de amor logró transmitirme algo, emocionarme de una manera que no conseguirá jamás ninguna película porno (vale, aquí tenemos actores, un guión, y la intención de transmitir eso, pero creo que me explico).

Lo cual nos lleva a lo siguiente:

Javi y el sexo (no, no es la secuela de Lucia y el…).

Mi parte lógica y racional sabe que el sexo es algo de lo mas natural (o debería serlo), pero por otro lado le tengo un miedo atroz, a parte de verlo muchas veces como algo sucio (y no me refiero solo al sudor).
No dudo que se trata de algo muy divertido y satisfactorio. Pero por otro lado lo veo como algo totalmente opuesto a mi. Trataré de explicarme.
Ya sabéis (o estas alturas deberíais saber) lo maniático que soy con mi autocontrol, en saber la razón por la que hago cada cosa, y tratar de hacer lo correcto por las razones correctas.
Por un lado esta mi miedo de fondo a perder el control (aunque tengo dudas de si el miedo me dejaría perderlo), y por otro está mi concepción de que una relación física de ese tipo tiene que ser algo mas que puro y simple placer físico (no, no me refiero a tener hijos). Que tiene que ser una unión mucho mas intima. Algo que tiene que llevar la relación a un nivel superior.
Veo la tele, y la peña practica el sexo como mera diversión (y ya digo que no dudo que sea divertido). Una cosa es que el sexo se haya convertido en algo de lo que ya no se tiene miedo a hablar en público, y otra muy distinta que se banalice. Aquí no se si esta hablando “romántico” o “mojigato” (o quizás los dos sean lo mismo).
Por supuesto, cada uno es libre de hacer (libremente) con su cuerpo lo que le apetezca. De buscar diversión donde la encuentre. Pero supongo que es mi idea idealizado del sexo lo que ayuda a mis miedos. El esperar algo que no creo realmente que exista mas allá de mis pensamientos y esperanzas.
Vamos a ver. Que yo también soy humano, y necesito de desahogo físico, y he conseguido que en esos momentos se desactive mi mojigatería y no sentirme culpable por mis necesidades. Pero una vez que ha pasado, no me genera nada mas que ese simple momento. Una vez acabado, no hay añoranza de “aquel momento en el cuarto de baño”.

Quizás es que espero demasiado de el momento por llegar, de esa “primera vez” y sepa que esas aspiraciones no se van a cumplir. Es como el primer beso. Volviendo a mis referentes frikis, citare esta vez una película “El hombre bicentenario”. En ella, el androide interpretado por Robin Williams, le pide al un científico amigo suyo (interpretado por Oliver Platt) que le cree un sistema nervioso. Eso unido a su cerebro le permitiría sentir de una manera distinta (hasta entonces había descubierto las emociones, pero no era capaz de “sentir” de una manera completa y humana). En aquella escena, se encuentran los dos sentado charlando, y Andrew (el androide) le cuenta a Rupert (el científico) la definición de lo que debería ser un beso (por lo que ha leído y esas cosas). Al final (a ver si veo la película y transcribo esa definición entre los comentarios) Andrew dice: “yo quiero eso”, a lo que el científico que se ha quedado con cara de extasiado le responde “yo también”.

Yo también quiero eso. Pero tengo miedo de que no exista.