Creo que ya desde sexto, tenÃa claro que no querÃa estudiar. Que acaba EGB y lo dejaba. Lastima que mis padres no opinaran igual.
Puestos a elegir lo menos malo, lo cierto es que yo tiraba mas hacia FP que hacia BUP (quizás porque decÃan que se estudiaba menos, quizás porque lo veÃa como algo mas “manualâ€). Ya para aquel entonces tenÃa bien claro que acabarÃa en la tienda, y que cuando esto sucediese, preferÃa el taller antes que la oficina o la propia tienda.
HacÃa ya tiempo que me “visitaba†asiduamente (mas de lo que me hubiera gustado) la tienda, y ya habÃa aprendido a soldar. A una mala, y ya obligado a estudiar, me planteaba dos opciones. Bien informática (hasta cierto punto por “aficiónâ€), o sino, electrónica (para encauzar mi camino dentro del negocio familiar hacia lo que mas me “atraÃa†de él).
La cosa es que acabé octavo málamente (al final en septiembre me quedaron también dos sin aprobar) y, entre que no movà un dedo en para buscar algo para el curso siguiente, y que mis padres parece que también lo dejaron pasar bastante, llegamos casi a comienzos de curso, y no me habÃan apuntado a ningún sitio.
Al final, deprisa y corriendo, miraron los centros de FP que habÃa por aquÃ, y casi todos estaban ya sin plazas. ¿Consecuencia?, acabe en potasas, estudiando electricidad. Si creyera en el destino, dirÃa que es un grandisimo cabronazo.
Para aquel entonces, aparecerÃa en casa el Commodore 128, con su monitor ¡EN COLOR!, su casete, y su disketera 5 ¼ pulgadas. Mis horizonte de juegos se amplió casi infinitamente.
Coincidió por aquella época, la famosa bajada de precios de ERBE. Aquel cumulo de eventos, propició también la expansión de “mi†Pamplona.
Hasta aquel entonces lo mas lejos que habÃa ido de mi casa, habÃa sido yanguas y miranda durante los sanfermines. La librerÃa Gonzalo (al lado de casa de mis padres), Perseo y Moben (al lado de la tienda), habÃan sido mis únicos sustentos frikis, y Noain, Paymo y Arevalo Micro Sistemas eran cuanto conocÃa del universo informático en Pamplona.
Junto a las leyendas que hablaban de Tebeo, estaban aquellas que mentaban también otra cornucopia de infinitas maravillas informáticas: Ramar.
Las cosas cambiaban a toda velocidad. Ahora tenÃa que madrugar mas para ir a clase, y tenÃa que coger un autobús. Me despedÃa de la jornada partida para regocijarme con la intensiva. En el nuevo colegio ¡HABIA MUJERES!. En mi clase no habÃa ninguna (creo que todas estudiaban administrativo), pero las veÃa por el patio (aunque seguÃa siendo incapaz de hablar con ellas).
Durante toda mi estancia en Larraona, este habÃa sido un colegio solo de chicos. Aunque en mi ultimo año, al parecer habÃan empezado a admitir chicas en BUP. Por el patio corrÃa el rumor de que “ya habÃa llegado unaâ€, el mito erótico del colegio. La llamaban “La Pascuala†(este nombre ahora mismo me parece un tanto desafortunado para la pobre chica pero, en aquel entonces resultaba algo de lo mas “exóticoâ€), aunque yo nunca llegarÃa a verla.
En mi parada, se subÃan dos chicas Mónica (una rubia), y Salomé (una morena), creo que nunca llegamos a dirigirnos la palabra. Ahora Hugo podrÃa preguntar. ¿Cual te gustaba más?, respuesta: de entre ellas dos, me parecÃa mas guapa Mónica (aunque los demás del autobús la acusaban de ponerse demasiado perfume, yo al ser incapaz de enterarme de eso, no podÃa opinar al respecto). Pero unas cuantas paradas mas adelante (en Noain mas concretamente), se subÃan otras dos chicas, Esther (pelirroja), y Marta (castaño). Y debo confesar, que Esther me parecÃa una chica preciosa.
Por “azares del destino†(y poniendo también algo de mi parte), lograrÃa tener una mÃnima relación con ella, aunque nunca pasarÃa de saludarnos e intercambiar cuatro palabras.
Intentare seguir mañana, pero no se si en la casa rural habrá teléfono, asà que…
Continuará…
Hola! me he quedado flipada con tu escrito!!!! Joé, anda que no ha llovido!!!! Yo también estudiaba por alli. Que recuerdos… Un abrazo.-