
La historia de la vida editorial de Glorantha no ha sido tan rocambolesca y complicada como la de Tékumel, pero no por eso ha sido un remanso de paz carente de interés y curiosidades. De todas formas está todo bastante documentado en la página de la wikipedia y en esta impresionante (e imprescindible) colección de artÃculos. Asà que, como no tiene mucho sentido que me dedique a repetir lo que pone por ahÃ, voy a optar por tratar de llenar algún detalles que no han comentado por por ahÃ, antes de saltar a hablar del mundo en sà mismo.
Según palabras del señor Stafford, Glorantha nació como un lugar, no como un juego. Este lugar aparecerÃa por primera en papel durante en el sesenta y seis, su primer año en la Universidad de Beloite (en Wisconsin, por si a alguien le interesa) En octubre del aquel año (supondremos que mientras “estudiabaâ€) escribirÃa los primeros relatos ambientados en él, aunque no lo harÃa con intención de publicarlos. En ellos su “avatar†en aquel entorno imaginario, el prÃncipe Snodal, recorrÃa todo tipo de parajes fantásticos combatiendo a criaturas aún más imposibles.
Stafford se declara un apasionado devorador de las sagas mitológicas. El problema en aquellos tiempos era que no se hacÃan ediciones de bolsillo de este tipo de lecturas, asà que cuando viajaba de un sitio a otro haciendo autostop, comenta que aprovechaba para ir desarrollando el trasfondo del mundo mientras esperaba que alguien le recogiese (ya que no podÃa llevarse los libros por ahÃ)
Él mismo reconoce que la historia del mundo no es algo establecido, y que ha ido evolucionando al igual que lo ha hecho su vida. Las primeras historias estaban ambientadas en la segunda edad de Glorantha y, más adelante, RuneQuest se ambientarÃa en la una tercera edad que surgirÃa de la inspiración y su momento personal, más que de la preparación.
Los trolls comenzaron como “los malos†(surgida de una clara inspiración mÃtica y Tolkieniana) pero con el tiempo les pilló cariño. Junto a Sandy Petersen (uno de los mindundis que colaboró en RuneQuest) que no sólo era friki en lo referente al ámbito lúdico, sino que también era zoologo, creó todo el trasfondo para su cultura que se acabarÃa plasmando en el suplemento Troll Pack (aquà traducido como “El libro de los trollsâ€)
Los elfos de Gorantha no son elfos. Los enanos son tipos bajitos, sÃ, fabrican cosas, también, pero olvÃdate de Gimli (y el concepto de Mostal me parece algo grandioso).
Los dragonewts molan como muy pocas razas pueden aspirar a molar. Un imperio que al que llaman “Los Aprendices de dioses†mola. Un mundo en el que puedes hablar de algo llamado “El monomito jrusteliano, sólo puede ser reverenciado. Los patos… bueno, los patos están por ahÃ, y Glorantha no serÃa lo mismo sin ellos.
Esto ya lo comentan por ahÃ, pero es como las historias de los origen los súper héroes: Los fans nunca nos cansaremos de contarlo.
En el año setenta y cuatro, Stafford crearÃa el primer juego ambientado en Glorantha White Bear – Red Moon. No era un juego de rol, sino de tablero. Al no lograr que se lo publicase ninguna editorial, terminarÃa por publicarlo él mismo al año siguiente en una compañÃa creada ex-profeso para la ocasión: Chaosium. Ahà es nada. Tiempo después con una serie de don nadies junto a los que crearÃa RuneQuest.
El tipo conocido como Sandy Petersen (SÃ, tipo. Es un tÃo) no se llamaba asà (o al menos no fue ese el nombre con el que le bautizaron sus padres) sino que su nombre era Carl Sanford Joslyn Petersen. No sé si Sandy sera el diminutivo de Sanford, o la cosa comenzarÃa como un mote con mala leche.
Lo dicho. En la siguiente entrada os hablaré del mundo en sà mismo.