HabÃamos dejado a la humanidad haciendo amigos en lo que iba a ser su nuevo hogar.
Después de la “justa represaliaâ€, los colonos se darÃan cuenta de un pequeño, pequeñÃsimo, Ãnfimo, apenas perceptible problema: Eran cuatro gatos y, caso de una guerra, no tenÃan nada que hacer.
Asà que no tendrÃan otra idea más brillante que la de prepararse para una posible guerra, que comenzar a desarrollar armas bacteriológicas. AhÃ, con un par.
Bomoveris, uno de los cientÃficos de la primera expedición se pondrÃa a ello, creando un virus bio-tecnológico diseñado para acabar con los shantha.
Cuando los ataques comenzaron de manera masiva sobre las colonias, el virus serÃa liberado sobre la atmósfera del planeta acabando con la vida del noventa y nueve por ciento de los shanthas de Jorune en unos pocos dÃas.
Pero con aquello tampoco solucionaron gran cosa, ya que un uno por ciento de varios miles de millones seguÃa siendo un número levemente superior a los pocos miles de humanos que habÃa en el planeta. La huida era la única salida que les quedaba… caso de tener algún lugar al que huir.
Iscin serÃa el único superviviente de su colonia y, tras varios meses sin recibir señales de los suyos, se creyó el último hombre vivo sobre el planeta. PoseÃdo por aquel pensamiento, dedicarÃa el resto de su vida a tratar de crear nuevas formas de vida inteligente para que no se perdiese el legado de la tierra.
Utilizando como base para aquellas nuevas razas a los animales que habÃan traÃdo desde la tierra crearÃa a los Blount, Crugar, Woffen, Bronth y Tologra.
PasarÃan veintidós años antes de que tuviese contacto con otro humano; Bomoveris, pero el encuentro no serÃa muy feliz. Bomoveris matarÃa a dos crugar tomándolos por criaturas hostiles y tendrÃa que ser salvado por Iscin antes de que el resto de sus criaturas acabasen con él.
Tras el impacto inicial, discutirÃan sobre la ética y moralidad de la creación de aquellas criaturas (acusación a la Iscin responderÃa con un sencillo, viniendo de un genocida, como que tiene bastantes narices)
De todas formas, el asunto no estaba como para despreciar posibles aliados por pequeñeces como la conciencia y los principios morales, asà que ambos se aliarÃan temporalmente. El único problema que tendrÃan serÃa Choundra, el lÃder de la camada crugar a la que pertenecÃan las vÃctimas de Bomoveris, que tratando de vengar a sus camaradas, terminarÃa asesinando a Iscin esa misma noche.
Bomoveris lograrÃa huir, sólo para acabar en uno de los cetros de contención shanthicos. Parece que no estaban en racha.

Un muadra
Los humanos pronto se darÃan cuenta de que los shanthas atacaban con más fiereza a aquellos que portaban tecnologÃa, asà que crearÃan cámaras en la que ocultar las armas y demás artefactos hasta que las cosas se calmasen un poco.
Cosa después de un siglo después de la llegada del hombre a Jorune, los restos de alimentos genéticamente creados y las herramientas que los hacÃan viables se han consumido. La expectativa vital del humano medio caerÃa hasta los treinta y seis años. Comenzaba una era oscura, pero aquà no acabarÃa la diversión.
Los hijos de Iscin se esparcirÃan por todo el mundo. Los hombres conocerÃan a los cleash y, como no, acabarÃan a hostias con ellos.
En el año doscientos cincuenta después de las guerras coloniales, se fundarÃa Ardoth, como una aldea de pescadores. Los restos de las máquinas lamorri impedÃan el buen funcionamiento de las dyshas shanticas que creaban portales en aquella zona. La cosa parecÃa que prometÃa.
Ciento cincuenta años después, una alineación de las lunas de Jorune provocarÃa mutaciones en los recién nacidos, dando origen a nuevas criaturas de las que sólo sobrevivirÃan los acubon, boccord, muadra, salu y trarch.
Las dyshas de los shanthas no podÃan llegar hasta Ardoth, pero las olas provocadas por la alineamiento de las lunas destruirÃan la ciudad (por primera vez)
En el año quinientos cincuenta y cinco (según reza la tradición) nacerÃa Paul Gauss (en el valle que más adelante heredarÃa su apellido), un hermoso lugar en el que los niños con mutaciones eran (ejem) “liberados†de su maldición a la antigua usanza.
Cinco años después nacerÃa quien serÃa su futura esposa, Mayatrish (solo que ella el bien gusto de nacer en lo harÃa en Ardoth, donde eran un poco más civilizados, allà sólo marginaban a los diferentes)
A los diecinueve años Paul descubrirÃa alguno de los laboratorios de Iscin en su valle de nacimiento, junto a sus notas sobre el durlig. No tenÃa ni idea de como leer aquellos papeles, pero comenzarÃa a alimentarse de las raÃces que habÃa en aquel lugar.
Sólo cuando sus vecinos vieron que el muchacho estaba creciendo sanote le harÃan caso y comenzarÃan a alimentarse de aquella planta tan desagradable.
Por lo demás, ya sabéis la historia: Chica viaja volando en su talmaron, y este cae moribundo el en valle del chico. Se enamoran, se casan y ella se queda embarazada, pero como el niño le sale boccord se va a criarlo a su ciudad (no vaya a ser que los amigotes de su marido se lo carguen) Poco a poco van acercando sus respectivos pueblos, y los mutantes encuentran un lugar en el que no tienen que esconderse (tanto) y, con el tiempo, comienza el comercio del hierbajo asqueroso pero muy nutritivo entre las ciudades.
Más adelanta el niño al que llaman Michael, pero que será conocido como Khaun, construye un muro marÃtimo para que los oleajes no se vuelvan a cargar su ciudad, enseña a la gente a utilizar a los thombos para cosechar mejor el durlig, y son todos muy felices.
Felices, claro, hasta que llega una plaga que dura casi un milenio, diezmando a la población humana y devolviéndolos casi a la barbarie.
Ya sabéis, cosas que pasan.
Y bueno, me podrÃa extender mucho más, que aún nos quedan cosa de dos milenios por contar. Ya sabéis, guerras, expansiones, descubrimientos tecnológicos y todo eso. Pero como os podéis bajar la cronologÃa de Jorune.org y leerla vosotros solitos, me lo ahorro.
En la siguiente entrada, alimentaré un poco vuestra vagancia y os contaré más o menos como es el mundo y alguna cosa más.
Hasta entonces.