En casa estaba el nuevo y flamante MXS (Toshiba, para más datos) y en la tienda habÃa un Apple II con sus dos unidades de 5 y cuarto y su monitor de fósforo naranja (que, por lo que sabÃa habÃa costado una cantidad astronómica, más aún teniendo en cuenta las fechas de las que os estoy hablando)
La cosa es que, vale, el MSX era más grande y más bonito que el Spectrum, y el Apple era más grande y bonito (al menos espectacular o peliculero) que el MSX. Pero la cosa es que estaba complicado encontrar juegos para aquella máquina (para el MSX, porque para el Apple nunca me plantee la posibilidad de que existieran juegos)
Por supuesto, yo defendÃa mà (bueno, nuestro, que era de mis hermanos y mÃo) artefacto. Al fin y al cabo era nuestro (y era más grande que el de “los otrosâ€)
Con toda probabilidad, el MSX era una máquina mejor (por mejor entiéndase más potente) que el cachado ideado por Sir Ives Sinclair. Quizás fuese mejor que el CPC. Pero la cosa es que los juegos que hacÃan para ella eran escasos, caros y difÃciles de encontrar (al menos en Pamplona)
Los juegos buenos eran los de Konami, pero estaban en cartucho y costaban un ojo de la cara y unas cuantas dioptrÃas en otro.
Apenas habÃa conversiones de recreativas, y las que se hacÃan (y llegaban hasta aquÃ), eran bastante malas. Tan solo los programadores españoles parecÃan acordarse de aquella maquina, y hacÃan ports de casi todos sus juegos para ella.
Recuerdo los dos primeros juegos que alquilé para él. Fue en el supermecado del cassette y se trató de: Avenger y Jet Set Willy II.
Avenger recuerdo que lo pille sin dudarlo nada más ver la portada (salÃan un ninja y un tigre, ¿Que más se podÃa pedir?) El Willy… pues el Willy me lo pille porque no habÃa mucho más entre lo que elegir, pero desde luego no fue por la portada (que si bien ahora me puede hacer gracia, en aquel entonces me parecio poco “impactanteâ€)
Recordando, recordando, aquello debió ser en el ochenta y seis / ochenta y siete. Pero mira tu por donde que podÃa haber sacado mirando la fecha en las que se publicaron los juegos, pero que ha sido por otra razón.
He recordado que fuimos a Andorra aquel invierno, y que mientras regresábamos, yo escuchaba en el walkman el Nikita, de Elton John, y que también me habÃan comprado el Buck Rogers para el MSX (de ahà mi deducción de que aún, o ya tenÃa esa máquina).
Mirando en allmusic.com, he visto que pertenecÃa a su disco Ice on fire, que es del ochenta y cinco, pero también he visto que el Avenger es del ochenta y seis, asà que no, obviamente no podÃa haberme hecho con él antes de ese año.
Veintiún añitos de nada. Yo tenÃa trece, debÃa estar cursando séptimo de EGB (lo cual también me cuadra, ya que Carlos Jordán, uno de mis compañeros de clase también era poseedor de MSX) Como pasa el tiempo.
Voy a soltaros un chascarrillo más para que veáis los mecanismos que hacen que funcione mi memoria en cuanto a la ubicación temporal de los hechos.
Recuerdo que estaba cojo, pero no recuerdo el porque.
Recuerdo que volvà del masajista después de que me “arreglaseâ€
Y recuerdo que lo primero que hice nada más llegar a casa, fue ir corriendo a casa de Jordán para jugar al Green Beret (que mira tú por donde, acabo de mirarlo, y su versión para MSX también es del ochenta y seis)
No soy capaz de recordar “tenÃa nosecuantos años cuando hice tal cosa†(bueno, tampoco es que me preocupen demasiado esos datos). Sólo soy capaz de realizar triangulaciones a partir de hechos, más o menos importantes, que sucedieron en el mismo momento, y que pueda rastrear.
Pero vamos, como de costumbre, ya me he puesto a desvariar.
CorrÃan tiempos difÃciles para la piraterÃa. Los juegos, no sólo daban problemas a la hora de ser copiados, sino que, muchas veces, incluso las cintas originales fallaban alegremente (eso cuando no tenÃas que andar ajustando los cabezales del casete con el destornillador para ver si habÃa suerte y hacÃas funcionar aquello)
Cuando conseguÃas copiar los juegos, tenÃas que andar para adelante y para atrás con la cinta tratando de calcular donde empezaba un juego y acababa otro. Y, para terminar, las protecciones solÃan consistir en palabras concretas del manual (asà que a gastarte los dineros en fotocopias) o alguna planilla de colorines (más complicado aún de fotocopiar)
Por si eso no era poco, ya os comentaba que los mejores juegos del MSX estaban en cartucho, y ahà si que no habÃa solución. Vamos, que no se podÃan copiar (al menos sin dejarte un pastó)
En fin, complicadilla la cosa (aunque siempre acabas encontrando a alguien se las arreglaba para saltarse las protecciones, o tenÃa algún cachivache milagroso que copiaba los cartuchos en cinta.
Mientras tanto, en el mundo pofesioná…
Debió ser por aquel mismo año (a más tardar el siguiente) que apareció por la tienda otro nuevo artefacto maligno: Macintosh Plus.
No sólo era más pequeño que el Apple II, sino que tenÃa disco duro (no tenÃa disco duro, sino que era una disquetera de 3 y medio, pero yo habÃa escuchado el palabro ese, y se lo adjudique a aquella cosa)
¡Albricias y zapatetas! Aquel engendro abisal era más pequeño (al menos el teclado) que cualquiera de las otras maquinas que habÃa visto (bueno, más pequeño que el Spectrum o el Oric Atmos, no) y les daba sopas con onda ¡No tenÃas que escribir! (Menos trabajo aún, como cambian los tiempos y lo que me molan ahora lÃnea de comandos) ¡Se podÃa dibujar con él! (En los otros también se podÃa, pero habÃa que currárselo mucho más)
Entre eso, y los amigos que tenÃan el Spectrum, que vale, como maquina serÃa inferior, pero que tenÃan muchos más juegos, la cosa estaba clara:
Con las maquinas el tamaño no es importante.
Aunque la siguiente maquina que tendrÃa serÃa la excepción que confirmaba la regla: Mi añorado y añorado Commdore 128.
Yo también tenÃa el MSX de toshiba, y el cartucho del Buck Rogers. ¡Y no veas lo que me acuerdo de aquel juego! Qué maravilla…
Un saludo, me ha gustado mucho leer este post; parece que compartimos nostalgias.