Lo logré. Prueba superada. Esta hecho. Vine, vi y escribÃ. No es una obra maestra. De eso estoy seguro (tampoco pretendÃa serlo). Debe ser corregido, y mucho (de eso, o al menos de parte de eso, nos encargaremos Iñigo, Hugo y yo mismo, mañana).
Ya esta. He llegado hasta donde querÃa llegar, en el plazo que me habÃa propuesto (e impuesto) llegar hasta ahÃ. Se que he apurado mucho. No voy a decir que ha sido por falta de tiempo. El tiempo estaba ahÃ, deseoso de ser utilizado en la escritura. Muy probablemente, de haberme propuesto acabar esto antes, lo habrÃa logrado. No. El problema no ha sido el tiempo. El problema han sido la dejadez y la vagancia. El saber que aún quedaba tiempo del plazo que me habÃa impuesto para llegar hasta ahà (por eso estaba el sábado treinta y uno, a las seis de la tarde acabando de dar los retoques finales toques al último relato).
Pero bueno. Dejémonos de zarandajas y reproches (bueno, tampoco demasiado, que uno se emociona, y luego se dedica a vivir de unas rentas que no ha conseguido realmente) y centrémonos en lo que si que hemos logrado.
Ya está. He conseguido ignorar a los que me han ignorado, y logrado alcanzar lo que querÃa. Dicho asÃ, puede sonar un tanto chorra, pero para alguien tan inseguro como yo. Para alguien tan necesitado de aprobación externa, es todo un hito (que muy posiblemente no habrÃa alcanzado de no se por el apoyo de algunos).
Me he preguntado muchas veces porque escribo (no me refiero a estas columnas, sino a los relatos). Ya he dicho mas de una vez, que esto de escribir es, la mayor parte del tiempo, algo de lo mas frustrante. Vamos, que no escribo porque me guste escribir.
La respuesta que encuentro a esa pregunta es que, me gusta crear historias. Ir dándoles forma a partir de una idea, un concepto o una imagen sin contexto. Mas de una vez, mas de dos, y mas de muchas, me he preguntado que es lo que me gusta. Que es lo que me gusta de verdad. Que me apasiona. Hay veces en las que otros me han hecho esa misma preguntado. Por lo general no se muy bien que responder.
También he dicho esto otras veces. La respuesta serÃa estar con la gente a la que quiero. La actividad a realizar es lo de menos, siempre que me encuentre en un lugar y situación en los que me sienta cómodo. Ver que se lo pasan bien. Tratar de ser instigador y participe de su felicidad. PodrÃa decir que esa es mi pasión. De ahà nace el cine de los lunes. De ahà surgen las cenas en mi casa. De ahà nace también mi complejo de pelma.
En lo material, no tengo pasiones. Me gustan los comics, pero puedo vivir sin ellos. Me gusta jugar a rol, pero me da lo mismo estar jugando, que hablando con unos amigos sentados conmigo alrededor de una mesa. Me gusta trastear con ordenadores, pero es algo que no me cuesta dejar para dedicarme a otra actividad. Me gustan las pelÃculas y series, pero no me pasa nada por no verlas acabar.
En otros momentos de mi vida, creó que esto que ahora son aficiones y pasatiempos, si que fueron pasiones. Recuerdo leer los comics con avidez. Recuerdo jugar a la consola, el ordenador o las maquinas con pasión. Recuerdo esperar con impaciencia el siguiente capitulo de Mazinger. Pero, parece ser que el tiempo ha suavizado aquellas antiguas pasiones.
Todos crecemos, y cambiamos. Reordenamos nuestras prioridades. Buscamos la ubicación que merece cada una de nuestras aficiones. Aprendemos que es lo que tiene valor real, y que es superfluo (o queremos aprenderlo, o creemos aprenderlo). Al menos, eso es lo que creo. Eso es lo que quiero. Lo que intento.
Pero hay algo que no puedo dejar de hacer, que no quiero dejar de hacer: imaginar. Esa serÃa mi otra gran pasión. Y ahà esta parte de la respuesta a la pregunta que me hago.
¿Porqué escribo?
La conclusión es sencilla, a parte de ser otra pregunta (será porque soy navarro). ¿Para que sirve imaginar, si es solo para uno mismo?
No voy a ponerme aquà petulante (bueno, quizás un poco si).
Cada uno somos buenos en algo. Algunos lo son con las ciencias, otros tienen aptitudes para lo mecánico. Algunos tienen una gran voz, otros unas manos capaces de plasmas imágenes imposibles. De visualizarlas y hacerlas posibles.
Yo soy bueno creando historias.
¿Para que escribo? ¿Cuál es mi objetivo?
Tratar de transmitir lo que solo yo veo. Para demostrarme a mi mismo que realmente soy bueno en eso.
He ahà el problema. Eso es algo que no me puedo demostrar, pese a saberlo (mi eterno saber contra sentir). También esta ahà mi otro problema. No soy tan bueno escribiendo como imaginando.
Lo se. He mejorado mucho desde que empezase a escribir, pero el tramo de camino que queda ante mi, es aún mucho mas largo que el que ya he recorrido. Aún me falta mucho para llegar a un lugar en el que diga: No solo no esta mal, sino que esta bien.
La vida es una sucesión de objetivos. Para mejorar, primero tienes que intuir, después tienes que saber, y después tienes que seguir aprendiendo. Para mejorar tienes que equivocarte, y aprender de tus errores.
Ya he dado un paso. He escrito. Ahora me dispongo a dar otro, si es el correcto, o no, solo el tiempo me lo dirá.
¿Estoy lo suficientemente maduro como para aceptar una critica (o su ausencia) de los llamados profesionales?
Quiero creer que si
¿Es su opinión mas valida que la de mis amigos?
No.
Pero será menos parcial.
Espero ser capaz de soportarla.
Y si no, acabaremos con ellos. A sangre y fuego.
Esto se pone interesante, jejeje.
Comparándolo con el esquema de una serie de TV, ahora mismo tengo la sensación de acabar de ver la primera temporada y me acabas de dejar con un pedazo de «cliffhanger» como una casa.
Pues nada, ya estás tardando en ir poniéndonos al dÃa ^^.
¡A por ellos que son pocos y cobardes!. Me gusta cómo escribes, es más, me gusta lo que escribes. Me interesa lo que cuentas y como lo cuentas e incluso lo que piensas. Me encanta redescubrirte en cada lectura… si es que…