Perdonado pero no olvidado

Ahí vamos una vez mas con mi análisis y disertaciones de la vasta y variada fraseología que puebla la lengua española (que supongo que tendrá también su equivalente en cualquier lengua humana conocida, o por conocer). Ese repertorio de frases tan usadas pero que, en el fondo (a mi) muchas veces me parecen carentes de sentido (creíais haberos librado de esto ¿verdad?, pues vais listos).

Y así llegamos hasta esta frase (la que da titulo a la columna), que siempre me ha parecido una solemne chorrada (a parte de un oximoron). Por supuesto, la gente con la que he hablado con anterioridad sobre esta expresión, nunca esta de acuerdo conmigo, pero bueno. Que escriban un weblog ellos, y den su análisis del asunto.

¿Qué es eso de “perdonado, pero no olvidado”?
A mi me suena a algo así como “bueno, voy a ser una persona condescendiente, voy a promover el falso buen rollito, y cara al publico somos tan amigos, pero no me fío de ti un pelo”. Un “te perdono, pero me quedo con tu cara. Y cuando vuelvas a hacerlo, que lo harás, me lo guardo para echártelo en cara, y golpearte con mi justa ira y cólera acumuladas”.

Ya se que no se pueden olvidar los agravios a voluntad, pero esa recalcación de “no olvidar” me parece un apostillamiento de lo mas contradictorio (que en si anula el supuesto perdón otorgado).
Pero claro, ya estoy yo con mi manía de hilar fino, y de pretender que las palabras tengan un significado concreto. Para mi la palabra “perdón” implica mucho. Al igual que la de “amigo”, no es una palabra que pronuncie a la ligera. No voy a decir a alguien “te perdono”, si realmente no lo he hecho. Todo esto por supuesto en el caso de que haya algo “real” que perdonar, porque (como ya he dicho en alguna de mis anteriores columnas) tenemos una capacidad asombrosa para ofendernos y sentirnos insultados, de tergiversar lo que vemos u oímos para que se adapte y justifique nuestro estado de animo.

Pero me estoy desviando (como de costumbre) del asunto a tratar.

¿Creo en el perdón?
Pues si, creo que se puede perdonar a alguien que te pide perdón sinceramente al darse cuenta de que ha cometido una afrenta.
¿Es todo perdonable?
Pues que queréis que os diga. Yo creo que no (por mucho que nuestra educación cristiana se empeñe en decir lo contrario).
Podemos “querer” perdonar algo, podemos intentarlo. Pero cada uno tenemos nuestras manías, principios y valores y hay cosas que para mi pueden ser de los mas lógico y normal, y para ti pueden ser una aberración.
El problema es que nadie quiere ser “el malo”. Ser una “mala persona rencorosa”. Es mejor poner la otra mejilla “Como no, hombre. Claro que te perdono”. Pues mira tu por donde. No te perdono esa manía que tienes, y que sabes que me molesta. Precisamente porque sabes que me molesta y sigues actuando igual. Eso no implica que te odie, solo implica que si sigues actuando así, los parámetros de nuestra relación cambian.
¿Es eso malo?
Dependerá de caso
¿Significa eso que no te aprecio?
No. Aunque temo que significa que te aprecio menos.
Porque si quieres cambiar algo de una persona, digo yo que será porque hay algo que no le perdones, por mucho que digas “no importa”, “te perdono, pero tienes que dejar de hacer eso”. Aunque claro, esto podría contradecir lo que comento ahí arriba sobre “agravios imaginarios”. Pero desde el momento en el que una “ofensa” es advertida al “ofensor”, y las cosas se plantean a las claras, ya queda poco lugar para la “imaginación”.

Y volvemos al eterno tema de las relaciones sociales, ya sean o no amistosas. Supongo que nos juntaremos con aquellos con unas manías similares o compatibles con las nuestras, aunque eso es algo que nunca se puede saber desde un principio. De esta misma manera, no tienes porque “perdonar” todo a los amigos. A la gente se le quiere, a pesar de sus defectos (defectos a vista de unos que pueden ser virtudes a vista de otros).

Así que me he vuelto a meter en otros de mis callejones sin salida dialécticos. Vuelvo a mi eterno “cada caso es único, y lo que se aplica a uno, no tiene porque ser aplicable para otro similar”.

Así que nada, solo reiterar lo que decía al principio, el perdón (perdón real y verdadero), tal y como yo lo entiendo, es algo de lo mas complicado.

julio 11, 2005 · Posted in Pontificaciones desde la subjetividad  
    

Comments

4 Responses to “Perdonado pero no olvidado”

  1. Tosko on julio 13th, 2005 02:36

    Bueno, en este caso concreto la expresión, que seguramente viene de la inglesa que suena mucho mejor «Forgive but never forget» creo que se refiere a perdonar la afrenta pero no olvidar a los que fueron víctimas de la misma. Es decir, no perdonar a fulanito pero tenerlo siempre en la mira, sino perdonar a fulanito y recordar a aquellos a los que fulanito les hizo la puñeta, porque no por perdonar nos vamos a olvidar de todo el asunto y sus consecuencias.

    Puede que esté equivocado, pero yo siempre lo he entendido así.

  2. marta on julio 13th, 2005 09:15

    Interesante, pero creo que Javi lleva parte de razón, al menos, en la manera de emplear esta expresión actualmente.
    Cuando decimos ‘no olvido’, aquello que no olvidamos es la afrenta en sí.
    Pensamos (si y me incluyo),’De ahora en adelante tendré más cuidado contigo’…

  3. Tosko on julio 14th, 2005 03:10

    Pensamos (si y me incluyo),’De ahora en adelante tendré más cuidado contigo’…

    Más te vale 🙂 Ñejñejñej

  4. Minerva on julio 15th, 2005 19:29

    La verdad es que es curiosa la frase, pero a la vez impactante. Que te perdonan pero no olvidan. Olvidar para no tropezar de nuevo en la misma piedra, en el mismo error, en confiar otra vez en esa o esas personas porque te la van a volver a pegar en el caso de que olvides y borres ese amargo recuerdo de tu memoria. Y perdonar… la verdad es que muchas veces mandarías al infierno a la/s persona/s que te ha/n herido pero… interiormente necesitas sentirte bien, necesitas creer que en el fondo la gente es buena y que todo esto al final no se irá a paseo sino que en realidad la vida es bella, sólo tenemos que mejorarla. Realmente necesito perdonar porque yo también me equivoco y a veces conforme dices o haces algo te estás arrepintiendo pero no puedes evitar decirlo o hacerlo. Es un sentimiento tan contradictorio… Somos un poco crueles, al fin y al cabo siempre llevaremos a ese niño que empezamos siendo. Ya ves hoy toca filosofar

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