Para comprender en su totalidad esta expresión, hace falta retrotraernos unos cuantos años en el pasado. Casa de la juventud, sábado de hace la de dios de tiempo, estamos jugando a MERP (Middle Earth Role Playing, el señor de los anillos, vamos, pero siempre usamos aquel acrónimo en lugar del SDLA. Era bastante mas pronunciable). Unos orcos nos han capturado, y se van por ahà a hacer maldades y todo eso.
En aquel momento, Fernando, se pone a cantar (haciendo una traducción libre de lo que, se suponÃa cantaban los orcos) con voz de girl scout “que bueno es Sauron, que nos lleva de incursión†(lo cual demuestra que Sauron estudio en los salesianos, y que nada bueno puede salir de la educación católica).
Bueno, todo esto viene a cuento solo para prepararos para otra sesión de anécdotas frikis sobre jornadas e incursiones varias.
Segundas jornadas.
Si las primeras fueron las gen con del noventa y cuatro, las siguientes fueron los DÃas de joc del noventa y cinco. En aquella ocasión, tenÃamos aprendida la lección, y pasamos del autobús para ir directamente en coche (creo que fueron dos coches, a parte de los Morras que fueron directamente desde la Almunia). En aquellas jornadas, nacerÃa otra leyenda. La del Kabul (citando a Obi Wan Kenobi) “jamas encontrarás mayor cumulo de villanÃa y maldad que en este lugar†(no se si la frase era exactamente asÃ, pero se acerca bastante). Poseso, que es una descripción que se acerca con bastante fidelidad al albergue en el que nos instalamos.
Situado en un primer piso de un portal situado en (por lo que decÃan los nativos, de uno de los barrios mas chungos de Barcelona), aquel lugar parecÃa cumplir todos los requisitos para una inspección sorpresa de sanidad. Desde el bar (creo recordar que bastante grande) donde te recibÃa el dueño y te fotocopiaba el DNI, hasta las duchas y el laberinto de pasillos que daba a las habitaciones, todo respiraba cutrez. Aquel lugar molaba, era como un rol en vivo.
Las jornadas en si no fueron gran cosa. Mas saqueo de saldos de Joc (que aún durarÃan otras tantas jornadas), y comer de barato en el Pans and company (donde me hice con la Pantiplora) mientras hacÃamos tiempo a que abrieran Vertice comics y Central de Jocs, esta vez no hubo cena con los de la Sir Roger, sino que fue sustituida por apalancamiento en el stand de la revista Lider. Ahi conocerÃa a mi caudillo (Francisco Franco Garea, hay padres que tienen muy mala leche) que era uno de los editores de aquella época de la fenecida revista. Aquel stand era el “punto de reunión†de los incursores navarros (debieron acabar hasta el gorro de nosotros).
La cosa es que no nos echaron de ahà (no se si serÃa miedo, aburrimiento, o que les caÃmos en gracia), y les “echamos una mano†dando ideas para algún modulo que tenÃan que arbitrar (vamos, que no dejamos de soltar la primera gilipollez que se nos pasaba por la cabeza).
El descubrimiento de aquellas jornadas, creo que fue el juego de cartas de “Iluminati, New World Orderâ€, no por el juego en si (que tampoco estaba mal), sino por los dibujitos que tenÃan las cartas (sencillos pero divertidos, nada de las ilustraciones “molonas†del Magic o el Jyhad), y los textos que venÃan en ellas que eran aún mas graciosos. Lo cierto es que se trata del único juego de cartas al que he jugado (aunque solo fueron tres o cuatro partidas, y luego me deshice de las cartas).
Creo que fue también en aquellas jornadas donde Antonio encontró su tan largamente buscado Blood Bowl primera edición (en francés, pero bueno, ya es algo).
A la noche, después de cenar en el Macdonalds (nosotros siempre vamos a lo mejor de lo mejor) vuelta al Kabul a dormir. En aquella ocasión (si, fuimos a aquel antro otro año mas, y de no haber sido porque no habÃa plazas, lo habrÃamos hecho de nuevo la siguiente) tenÃamos una habitación para nosotros solos, creo que era cuatro o cinco literas.
La coña de la noche fueron los “patitosâ€. Me explico. Los señores redactores del Mercenario, cuando se aburrÃan, se dedicaban a cambiar los sonidos a los Mac de la universidad. La cosa es que a algún lumbrera se le ocurrió poner el ¿graznido? de un pato y, al parecer, a este se le unieron todos los presentes, convirtiéndose aquella en una autentica manada, al final alguien dijo “Random†(el nombre de la empresa que llevaba el mantenimiento de aquellos ordenadores), y se debió quedar aquello como uno de los ruidos del ordenador. Esta es la historia como creo que me la contaron, pero Pedro o Zapata podrán contarla con mayor fidelidad, ya que yo jamas pise aquella sala de ordenadores.
Pues bien. Aquella noche a alguien (no se quien lo comenzó) se le ocurrió empezar con un “cuackâ€, a este se le unÃa otro, y al final acabábamos todos graznando, hasta que alguno decÃa “randomâ€, y entonces nos callábamos. Aquello se repitió muchas veces a lo largo de la noche. La verdad es que era divertido (una estupidez, pero divertida).
A la mañana siguiente, fuimos a desayunar a un bar que estaba cerca de la estación de Sants, y a alguien se le ocurrió pedir un bocadillo para desayunar, y los demás, ni cortos ni perezosos, le imitamos (no puede ser tanta falta de personalidad), no se si al final fuimos todos, pero si gran parte de los presentes.
En aquella ocasión, al contrario que en la anterior, no me fui antes que los demás a Pamplona (mas que nada porque habÃa ido en el coche con algunos de ellos). Volvimos el domingo a la noche, en el coche de Felix Latasa, y Josemi se ofreció a conducir. Cuando vimos un cartel que ponÃa “Port Aventura nosecuatos (no demasiados) kilómetrosâ€, descubrimos que nos habÃamos saltado nuestra salida. Bueno, el viaje duró algo mas de la previsto, pero tampoco fue tan malo. Incluso paramos a las tantas de la mañana en algún lugar perdido para tomas algo, y echar unas risas leyendo los textos de las cartas de Iluminati.
Cuac…………..Cuac…………Cuac………Cuac…….Cuac….Cuac…Cuac..Cuac.CuacCuacCuacCuac ¡CuacCuacCuac! ¡CuacCuacCuac! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CUAC CUAC CUACUAC UACUAUCAUCAU CUAUCA USCUUAUCAUCU!!!!!!!!!!¡¡¡RANDOM!!!
Eso lo grabamos Javi (el madriles) y yo en un Mac de la UPNA hallá por… el 94 puede ser. No estaba mal como sonido de error, aunque a alguna becaria le daba miedo que el Mac le graznase durante unos 15 segundos 🙂