Bueno, pues parece que la cosa va un poco más lenta de lo esperado. Los textos ya están entregados en la oficina del registro de la propiedad (a la que “ellos†llaman intelectual), pero por consejo de mi asesora legal, esperare a que me den el papel de aprobación (o lo que sea que den) antes de comenzar a enviarlo a las editoriales.
Ahora me ha surgido una duda más.
Me comentó Ãngel RodrÃguez (el amigo que llevo los textos a registrar) que convenÃa que me uniese a ese ente maligno de chorizos y gentes de mal vivir llamado SGAE.
… y debo decir que no me apetece lo mas mÃnimo. Es una cuestión de principios.
¿Qué ganarÃa dejándome abducir por la SGAE?
Que gestionen los derechos de mi (hipotética) obra publicada. Bueno, eso no es algo intrÃnsecamente malo (dinerito, dinerito… mola).
Pero es que resulta que estoy en contra de su manera de concebir el mundo (Bueno, la suya y la de gran parte del mundo capitalista en el que me toca vivir y en el que estoy tan bien encajado. Vale, ya se que eso puede sonar un tanto hipócrita pero, que le vamos a hacer, cada uno tenemos nuestras propias contradicciones).
Es posible que este punto de vista mÃo este condicionado por mi carencia de ambición monetaria en el terreno literario. A ver. Me encantarÃa ganar cienes y cienes de millones de euros con mis escritos (que sÃ, que sÃ, soñar es gratis), pero ese no es el fin con el que escribo.
¿Me gustarÃa que alguien se dedicase al anarroseo con mis textos?
Bueno, he visto en una página un texto mÃo totalmente sacado de su contexto daegonita (y sin hacer la menor mención a su origen o autor) y no me cabreó (pobrecito, bastante tenÃa con no ser capaz de encontrar nada mejor). La pena es que no aparecÃa la dirección de emilio del creador de aquella página para poder preguntarle que le habÃa parecido el resto de mis textos.
¿Me gustarÃa que la gente pudiese leer mis textos gratis descargándoselos de internet?
Que los descarguen, que se los impriman, que se los pasen a sus colegas, y hagan fan-traducciones y viaje por todo el mundo. Pero eso sÃ. Que luego me escriban y me digan que les ha parecido.
Pero vamos. Como a alguien se le ocurra sacar pasta de ello, ahà sà que no. Si alguien saca tajada, que ese sea yo (o quien yo decida). Mientras tanto, que hagan lo que les apetezca.
Bueno, eso tampoco es exactamente asÃ. Me parecerá perfecto, siempre y cuando no cambien los textos (al menos sin mi aprobación).
¿Qué le voy a hacer?
En eso si que soy maniático.
(Atención, momento en el que tenéis que suspender vuestra incredulidad. No por lo del dinero, sino por lo de la pelÃcula).
Pongamos el caso de que algún infeliz me dice que quiere hacer una pelÃcula a partir de algún texto mÃo. Como no pueda estar yo por ahà diciendo “esto se hace asà o asao†ya se pueden ir olvidando. Ya pueden poner billetes verdes por ahÃ, que se los van a comer con la ensalada.
Retomando lo de la SGAE.
Es posible que viese el asunto desde una perspectiva bien distinta de esperar ganarme la vida con esto. Pero tengo bien claro que esto no me va a quitar de seguir currando aquà ocho horas diarias (y debo decir que lo prefiero).
No es que no me apetezca ganar dinero con esto. Vamos, que a nadie le amarga un dulce. Pero no quiero que ese sea el fin para el que escribo.
Estoy en contra de los cánones de la SGAE. Me descargo (y seguiré haciéndolo) música, series y pelÃculas, pero eso no implica que no me compre esas mismas obras (bueno, las que me hayan parecido buenas) cuando aparecen a un precio que yo considere razonable.
Por supuesto, lo que yo considere razonable, y lo que consideren razonable las corporaciones, como que difiere bastante.
Que sÃ. Que crear algo conlleva un esfuerzo considerable, pero si pagas por algo esto deberÃa valer lo que pagas por ello, y esto rara vez se cumple. Tú te dejas una pasta esperando algo que lo merezca, y si no te gusta, pues te aguantas.
Claro, eso sà que está bien.
Tú te compras un ordenador para trabajar (no es mi caso, pero seguro que los hay) y como los señores de la SGAE dicen que en los discos duros se mete música, y eso les hace perder dinero, pues se inventan un impuesto revolucionario para que pagues lo quieras o no.
Yo creo para compartir con los demás lo que “veoâ€, lo que me gusta. Creo de la manera más honesta que sé, y no quiero que eso cambie y se vea subvertido por el dinero.
Aunque mirándolo desde otro punto de vista, lo que tampoco quiero hacer es pagar por que esté a disposición de más gente lo que hago. En este sentido si que se podrÃa que estoy algo condicionado por el dinero.
En fin, que esté o no yo con ellos, la SGAE va a seguir haciendo el mal. Pero no me apetece ser partÃcipe de ello.
¿Qué opináis vosotros?
Bueno Javi, yo creo que ya sabes lo que opino de la SGAE. La SGAE es ejemplo del sistema de represión cultural a todos los niveles que estamos viviendo. Hoy nadie producirÃa un disco a unos politoxicómanos o crios inadaptados en este paÃs (grupos sociales que comprenden «la última esperanza» del panorama nacional). Y es que la cosa es que el impuesto revolucionario de la SGAE por tirar 100 discos es identico al que cobra por un superventas «Doble Platino». El «rollo indie» en su concepto más amplio queda reducido a una etiqueta para un expositor de la FNAC, porque la edición de una obra tiene que pagar un canon fijo (y ojo que es Big Money) aunque no se venda luego ni una sola puta copia. Vamos, que a Kerouac no le hubiesen publicado ni en las cartas al director del BRAVO!
Estar asociado a la SGAE no te garantiza por si misma que nadie vaya a comprar los derechos sobre tu obra y hacer una pelÃcula como les salga de los cojones. Tampoco supone que si tu libro es un superventas vayas a tener un Aston Martin en la puerta de casa al dÃa siguiente.
A los únicos que les resulta ventajoso pegarse a la SGAE es a los parásitos cobra-subvenciones de los huevos como el listillo del Pablo Carbonell. Si realmente puedes ganarte la vida con esto mejor que tengas un buen agente a que seas First Class Space Cadet de la puta SGAE.
En fin, que ya que pides opinión… La mÃa es que no, no te pega la SGAE…
¡Al enemigo ni agua!
Por cierto, no hace mucho, por menos de lo que hacen estos, quemaban iglesias y conventos…
Lo que hace falta es una buena revolucion y limpiar esto de chupopteros que ganan dinero sin trabajar.
JODER, que rojo estoy hoy.
¡A las barricadas!
A la SGAE que le jodan. Gástate el dinero en un buen abogado 🙂