Macroverso IV

Fecha: La que gustéis.
Hora: Siempre/Nunca/En algún momento.
Lugar: Limbo conceptual.

Si aceptamos que todas las ideas provienen del mismo lugar. Que el ser humano posee algo parecido a un imaginario colectivo. Que estos dos conceptos existen en alguna parte; Éste sería el lugar marcado con la “X” (si no lo aceptamos, entonces vosotros sabréis)

Si nos vamos acercando a la “X” veremos como se van formando ante los ojos de nuestra mente, obviamente, una “X” más grande, pero una vez que nos hemos acercado lo suficiente como para no ver la gran aspa, nos adentraremos en un nuevo universo infinito (confinado dentro de una forma finita pero, hey, a mi no me miréis, yo no creo las normas)
Dentro de este universo subjetivo, las cosas no son como en el nuestro. Lo físico no sólo carece de espacio, sino también de sentido. La forma no es sólo innecesaria, sino que es imposible. El estatismo no existe; todo es cambiante. Fluido. Todo es igual, pero igual no es lo mismo. Cuando se trabaja con conceptos, por lo general tendemos a acabar liados y a no entendernos.
Ni siquiera los arquetipos resultan entes fiables. Mientras nadie diga lo contrario, la mente no es un sentido (y si algún día se reconoce como tal… pues seguiremos igual). Así que todo aquello que percibimos a través de ella no se acepta como valido dentro de nuestro fantabuloso, terrenal, delimitado y acotado “mundo real”

Es por todo esto que cuando, dentro de esta entropía neuronal, nos adentramos hasta encontrar al concepto/arquetipo al que denominaremos “Tipo Duro” cada uno habremos llegado a una localización distinta y contemplaremos un ente con una apariencia única y personalizada (pese a haber llegado al mismo lugar, y estar contemplando el mismo avatar)

La pregunta es:
¿Que pasa cuando una fuerza extrae ese concepto del imaginario, “importándola” y la “anclándola” a nuestro “mundo real”?
¿Se olvida el resto de la humanidad del concepto?
¿La reconoceremos si nos la encontramos por la calle?
¿La veríamos cada uno de la manera en la que la imaginábamos?
¿Sabéis lo que os digo?
A Tipo Duro, todo eso le da igual.
Es un ente abstracto repentinamente condenado a la concreción. Lo primero que le alcanza es la desorientación, después el vértigo. Pero pronto llega la reflexión y, finalmente le abducen la comprensión y la aceptación.
Tipo Duro no es un concepto de palabras, es un ente (ahora un hombre) de acción, pero la acción no debe ser algo gratuito. Para sus acciones necesita de un motivo (al fin y al cabo, no es un ser humano) necesita un fin concreto (para su nueva existencia “concreta”)
Los fines necesitan de razones.
Para conocer las razones, necesita saber las respuestas.
Para obtener las respuestas necesita conocer las preguntas.
Para entender las preguntas necesita conocer el contexto.

Así que Tipo Duro busca un lugar en el que asentarse y medita, observa y estudia su nuevo entorno.
Tipo Duro es un tipo de acción.
Cuando comience la acción podrán ralentizarlo, pero nada será capaz de detenerlo.

diciembre 31, 2008 · Posted in Macroverso  
    

Comments

Leave a Reply