Macroverso XIII

Día: Sí, aún seguimos en el mismo.
Hora: A escasos momentos de la gran H.
Lugar: Microverso

– ¿Hola? – Cojonudo. Estaba soñando otra vez. Pero esta vez parecía que había suerte: nada ni nadie en el horizonte. Cerró los ojos, y trató de dormir dentro de su sueño. Un momento de tranquilidad tampoco le vendría mal.
– ¿Que haces aquí? – fin del momento de paz, tocaba un nuevo y apasionante encuentro con la voz “misteriosa”
– Es mi cabeza. ¿A quién cojones esperabas encontrar? El que no debería de estar aquí eres tú (seas quién seas)
– Despierta, cenutrio, y busca el puñetero camino hacia donde está Ella.
Despertó con la pregunta de costumbre: ¿Cómo narices se había metido en aquel lío?
No, no era suficiente con las voces en su cabeza, también tenía que haber estrellas invitadas mientras dormía. Trataba de aclarar sus pensamientos, pero el cabreo aumentaba por momentos. Le habría encantado que Mike tuviese razón para poder cagarse el los muertos de su “autor”
– ¿Vas a moverte? – hablando del rey de Roma, ahí estaba Mike.
– Claro. Sólo tienes que decirme hacia donde.
– Sencillo: Hacia donde está Ella.
– Venga, listo, dime como llego hasta ese mundo que sólo aparece en mis sueños.
– Pregúntaselo al tipo que te enseñó el camino de baldosas amarillas.
– Claro, como no tengo que bastante con las voces que están apalancadas en mi cabeza, voy a ir invitando a más ocupas.
– ¿Por qué no hablas con “el de arriba” y le dices que te diga como continua esto? – trataba de sonar sarcástico, pero sólo conseguía sentirse ridículo burlándose de una parte desquiciada de su personalidad.
– Ya sabes que hace tiempo que no aparece por aquí. Parece que le ha dado por cambiar las reglas.
– Deja de darme largas y empieza a darme ideas.
– Sigues apuntando en la dirección equivocada. Sólo soy una excusa argumental, tendrás que hablar con otro personaje para poder buscarte la vida.
– Pensaba que era el personaje de un relato, no de un videojuego.
– Puedes alargarlo todo lo que quieras, pero mientras no te muevas esto no se va a solucionar.
– No me vas a dejar tranquilo hasta que lo haga, ¿no?
– Puedes probar suerte. Igual hoy es tu día.
Se levantó. Que remedio. Mientras se duchaba trataba de pensar en películas, juegos o libros. Buscaba un punto de partida del que comenzar, pero ninguno le valía.
Aquello no tenía ningún sentido. No creía en otras dimensiones, no creía en la magia, no era devoto de ninguna religión. Aquello no había por donde pillarlo, pero todo el mundo le urgía en que se moviera, que hiciese algo. Estaba rodeado de tipos que estaban como una regadera y parecía que aquello estaba comenzando a afectarle.
– Claro, como siempre has sido un tío tan centrado… – y, claro, Mike. Siempre estaba por ahí Mike para terminar de arreglar las cosas.
– ¿Quieres dejarme tranquilo?
– Mmmmmm. No.
– ¡Joder! ¡Vas a acabar por volverme loco!
– …
– Bueno, ya me entiendes, más loco aún.
– Blablabla. ¿Ahora es cuando te echas a llorar?
– Pues igual lo que hago es volverme a la cama. Igual me doy la vuelta, me echo a dormir, y paso de todos vosotros.
– Menos lobos. Sabes que eso no va a colar.
– Gracias por ponérmelo tan fácil. Hala, vete a cascarla por ahí.
– ¿Pero vas en serio?
– …
– Oye, ¿se puede saber de que vas?
– …
– Sí, te estoy hablando a ti.
– Al menos manda a alguien para que me eche una mano.
Alguien llamó a la puerta.
– Gracias.
– …
– ¿No vas a levantarte?
– …
– Nada, que no quiere levantarse.
– JAVI, QUE SOY DEUX EX. ABRE, COPÓN.
– Que duro eres, así seguro que consigues que te haga caso.
– …
– QUE SE COMO PUEDES LLEGAR HASTA DONDE ESTA ELLA.
– Bueno, por ahí supongo que vas mejor.
– …
– Pues parece que va a ser que tampoco.
– Se aceptan sugerencias.
– Menudo instrumento divino estas hecho.
– Debo reconocer que he tenido días mejores… pero ha sido con otros autores.
– ¿Y ya está? ¿No vas a intentar nada más?
– A ver. Igual esto vale. QUE ME HA DICHO ANTAGONISTA QUE HA CORTADO CON ELLA.
– Claro, eso tiene mucho sentido. Ha ido hasta donde sea que está, han cortado, y ha vuelto para decírtelo.
– No eres de mucha ayuda.
– Es un don… y mi papel.
– Pero que pelmas que sois.
– ¿Ves? Ha funcionado.
– Menudo crack está hecho el autor. Tiene unos giros argumentales que rompen caderas.
– Sólo para que conste, después de esto voy a ignoraros por completo para el resto de la eternidad.
– Sí, sí, sí. Os odio mucho y blablabla.
РQue quede claro, esto es lo ̼ltimo que voy a deciros.
– Y dale, que sí.
– Que os follen.
– Vale. Esto no me lo esperaba.

abril 28, 2010 · Posted in Macroverso  
    

Comments

Leave a Reply