DÃa: El de siempre.
Hora: Más o menos…
Lugar: Mundo “realâ€
– Ya estamos aquÃ, ya hemos llegado ¿Que me podéis contar?
– Poca cosa. Mucho me temo que más o menos estamos como tú. Aunque esperaba estar equivocado y que nos trajeses noticias – primera decepción del nuevo mundo: Tipo listo no hacÃa honor a su nombre.
– Pues estamos buenos. Supongo que aquÃ, el amigo Akhenatón tampoco tendrá mucho que agregar.
–
– Vale, tampoco te hernies intentándolo – Javi hizo ademán de protegerse cuando Tipo Duro comenzó a caminar hacia él. Al menos alguien si que parecÃa merecedor de su nombre – Tampoco te pongas asÃ.
– Tienes que entenderle, tiene la traquea destrozada tras el incendio y no puede articular palabra. Me sorprende que sea capaz de andar – tipo listo salÃa en defensa de ambos – Asà que comprenderás que ciertos temas no convendrÃa sacarlos.
– ¿Incendio? Parece que me he perdido la parte divertida – iba a hacer un chiste sobre gente “quemada†pero, aparte de que era un juego de palabras muy simplón, prefirió no arriesgar su anatomÃa.
– Tampoco te creas, efectos secundarios de una trama terciaria. Poco más.
– Entonces, está aquà para…
– Hace un momento lo sabÃa, pero cada vez veo las cosas menos claras. Supongo que algún plan tendrá “el de arriba†para él.
– Yupi – no trató de disimular la desgana en su voz – Con lo que me gustan las sorpresas.
– Pues has elegido la mejor historia en la que embarcarte.
– SÃ, claro, estar aquà ha sido mi elección.
– Y eso que aún estamos un poco entre dos aguas, según pase el tiempo y te vayas adaptando a esta realidad tendrás una idea menos global del conjunto de la historia, y serás más una pequeña parte de ella.
– No te engañes, aquà poco pintamos cualquiera de nosotros. Sólo somos… sólo somos…
– Como te iba diciendo…
– Asà que estamos tú y yo solos para investigar.
– Eso me temo.
– ¿Alguna idea sobre donde por donde empezar?
– Por lo general, estas cosas solÃan comenzar con un sueño, pero parece que hemos pasado el umbral de un ciclo para pasar al siguiente.
– No se. Noto como un deja vu. Como si esto de las chorradas crÃpticas y sin sentido fuese una constante (lo cual me repatea bastante)
– Te acabaras haciendo a ello.
– Vale, ¿Por donde empezamos?
– Te puedo decir lo que he averiguado (o recuerdo) de nuestra situación.
– Vale, ponte a ello, pero tampoco repitas nada que se haya dicho antes, que hay cierto tipo de reiteraciones que no me van.
– Bien. Estamos en una ciudad llamada Pamplona. Se supone que estamos en medio de una fiesta, (lo cual deduzco por el alto porcentaje de gente cerca del coma etÃlico y la “uniformización†de vestimenta “pintorescaâ€) – se echó la mano al bolsillo – No tenemos dinero (Iba a usar la expresión “ni un duro†pero no se muy bien por qué, si la moneda local se llama Euro) Espero que si nos arrimamos a alguna cuadrilla de “alegres pillastres†podremos mimetizarnos como parte de ellos y que nos inviten a comer algo que no superará los mÃnimos controles sanitarios (esto, lo de mimetizarnos, es una teorÃa aún por validar, la segunda parte, lo del riesgo implÃcito en comer algo que nos sirvan en según que sitios, lo darÃa por seguro)
– Casi que preferirÃa ahorrarme esa parte y acabar cuanto antes. No me apetece quedarme demasiado tiempo por aquÃ.
– Bien. Puntos a favor: Si hemos aparecido aquÃ, supondremos que es aquà donde tenemos que buscar a nuestro objetivo.
– Nuestro objetivo. Ni que nos la fuéramos a cargar.
– Continuo con nuestro último punto a facor
– ¿Sólo dos?
– Deja de interrumpirme: No es una ciudad grande.
– Por poco grande que sea, buscar a una persona que no conoces, en un lugar que no conoces, atestado de gente que tampoco es del lugar, yo dirÃa que lo llevamos crudo.
– Me has quitado los puntos en contra que iba a enumerar. No sé que me da que ahora mismo la cantidad de gente que no es de la ciudad duplica a los nativos.
– ¿Que es esto, un vórtice dimensional? ¿Esta gente no tiene vida en sus puñeteras ciudades?
– Yo no utilizarÃa la palabra “vida†para describir lo que nos rodea.
– Hala, alegrÃa. ¿Entonces, qué? ¿Empezamos a encuestar guiris aleatoriamente?
– Por supuesto. PodrÃamos empezar con algo sencillo. Algo como: Buenos dÃas, ¿me podrÃa decir si ha visto a una mujer a la que no puedo describir?
– Vete a la mierda – empezaba a comprender y con…, con…, con alguien, pero no era capaz de recordar con quién. Aquello si que era un buen comienzo.