Sentidos

Según el diccionario de la RAE:

Sentido, da. (De sentir).
1. adj. Que incluye o expresa un sentimiento.
2. adj. Dicho de una persona: Que se resiente u ofende con facilidad.
3. m. Proceso fisiológico de recepción y reconocimiento de sensaciones y estímulos que se produce a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto o el tacto, o la situación de su propio cuerpo. Sentido del equilibrio.
4. m. Entendimiento o razón, en cuanto discierne las cosas.
5. m. Modo particular de entender algo, o juicio que se hace de ello.
6. m. Inteligencia o conocimiento con que se ejecutan algunas cosas. Leer con sentido.
7. m. Razón de ser, finalidad. Su conducta carecía de sentido.
8. m. Significación cabal de una proposición o cláusula. Esta proposición no tiene sentido.
9. m. Cada una de las distintas acepciones de las palabras. Este vocablo tiene varios sentidos.
10. m. Cada una de las interpretaciones que puede admitir un escrito, cláusula o proposición. La Sagrada Escritura tiene varios sentidos.
11. m. Geom. Cada una de las dos orientaciones opuestas de una misma dirección.
~ acomodaticio.
1. m. Inteligencia espiritual y mística que se da a algunas palabras de la Escritura, aplicándolas a personas y cosas distintas de las que se dijeron en su riguroso y literal significado.
Sentido común.
1. m. Modo de pensar y proceder tal como lo haría la generalidad de las personas. 2. m. sensorio común.
Sentido de la orientación.
1. m. Aptitud para situarse correctamente respecto de un determinado punto de referencia.
Sentido del equilibrio.
1. m. Facultad fisiológica por la que algunos seres vivos perciben su posición en el espacio.
Sentido interior. 1. m. Facultad interior en la cual se reciben e imprimen todas las especies que envían los sentidos interiores.
Sexto ~.
1. m. intuición.
Abundar alguien en un ~.
1. fr. Insistir en la opinión propia o adherirse a la ajena.
Con los cinco ~s.
1. loc. adv. coloq. Con toda atención, advertencia y cuidado.
2. loc. adv. coloq. Con suma eficacia.
Costar algo un ~.
1. fr. coloq. Costar muy caro.
De sentido común.
1. loc. adj. Conforme al buen juicio natural de las personas.
Perder alguien el ~.
1. fr. desmayarse.
Poner alguien, o tener puestos, sus cinco ~s en alguien o algo.
1. frs. coloqs. Dedicarle extraordinaria atención o afecto.

Con la de acepciones que le dan a este termino, y que no acabo de verlo yo del todo claro. Aquí nos ponen una serie de definiciones (breves y concisas todas ellas) de sus usos y algunos de sus significados con respecto a según que situaciones, pero no encuentro lo que estaba buscando yo (o al menos en la manera en la que lo estaba buscando). Así que hoy toca filosofar sobre los sentidos.

¿Qué son los sentidos?
Primero están los que todos conocemos. Esos que se enumeran como los cinco sentidos (no voy a escribirlos, porque ya sabéis cuales son). Continuando con la enumeración, es comúnmente aceptado que existe un “sexto sentido” que sería la intuición (aunque el señor Syamalamadingdong diga que es el de ver a los muertos). Yéndonos un poco más lejos (tanto en lo geográfico como en lo físico y filosófico) el señor Masami Kurumada hacía alcanzar a sus personajes (los caballeros del zodiaco, no podía faltar la referencia friki) un hipotético “séptimo sentido”, que no era otro que el de meter y ser capaces de recibir toñas a cada cual más gorda y espectacular.
Más allá de los sentidos a los que se les asigna algún numero, existen otra serie de “percepciones” a la que también se les cataloga bajo el mismo concepto de sentidos. Entre ellos se podrían incluir algunos como éstos:
El sentido común (que sí que aparece en la definición de la RAE, y del cual ya escribí en su momento).
El sentido del humor.
El sentido del deber/honor (o, Giri, como lo llaman los japoneses).
El sentido del ridículo/vergüenza (también llamado sentido de la decencia/decoro).

¿Qué tienen en común todos estos sentidos?
¿Qué no se hace referencia a ninguno de ellos cuando de habla de manera estricta de los “sentidos?
Bueeeno, aceptamos barco. Pero no, pese a que los “sentidos” a los que hago mención arriba, son considerados más expresiones hechas, que sentidos en el sentido (cuento sentido) más “purista” de la palabra, yo creo que lo son más de lo que podría parecer a primera vista.
¿Qué en cierta medida están subordinados a alguno de los “cinco grandes?
Os acercáis, pero no es exactamente por ahí por donde quiero llevar esto. Venga, esforzaos un poco más.
¿Qué tienen en común todos los sentidos?
Venga, que soy yo, que no es tan difícil adivinar por donde voy.
Pues que todos (los grandes y los pequeños) dependen del sentido definitivo. Aquel al que no se menta cuando se habla de sentidos. Aquel del que no dejo yo de hablar: La subjetividad.
¿Qué os creíais?
¿Qué hoy no iba a hablar de esto?
Pues vais listos.

¿Cómo? ¿Qué los cinco grandes no son subjetivos?
Pues claro que lo son. Los órganos sensoriales pueden decir lo que quieran, que el cerebro va a hacer lo que se le pase por las narices.
Dos ojos pueden ver un mismo objeto, pero va a ser el cerebro y alguno de sentidos “menores” (y subjetivos) los que van a interpretarlos. Los que van a darle un contexto. Los que van a generar una opinión y emitir un juicio.
Podemos tratar de ser “objetivos” a la hora de describir algo. Dar medidas o colores. Tratar de comparar olores con otros similares. Decir si un sonido es grave o agudo. Definir un sabor como dulce o amargo. Limitarnos a lo que vemos, oímos, palpamos, olemos o saboreamos. Pero entonces, al igual que lo que pasa con la definición del diccionario, estamos dejando a un lado lo realmente importante. Dejamos a un lado las sensaciones que nos evoca lo que percibimos, pero que no percibimos a través de esos sentidos.
Porque el lenguaje siempre se queda corto a la hora de tratar de definir lo que sentimos. Siempre sentimos que no queda lo suficientemente claro lo que tratamos de decir. Que faltan palabras en nuestro idioma (sea cual sea) para definir o tratar de transmitir estas sensaciones.

Ahora decidme qué sentido esta subordinado a cual.
Vemos una película y decimos “drama” o “comedia”. Escuchamos una canción y decimos “heavy” o “pop”. Vemos un cuadro y decimos “cubista” o “renacentista”. Pero estas palabras por si solas valen para bien poco. Podemos tratar de ser un poco más precisos. Decir “drama social ingles” “película de Ken Loach”, y quizás nos hagamos un poco más a la idea de lo que nos están contando.
Pero si alguien a quien conocemos añade a la definición anterior: Me ha gustado, y creo que te gustara. Dependiendo de lo que conozcas a esa persona (y esa persona te conozca a ti) te harás una idea diferente de lo que te están hablando. Puede acertar o no, pero te predispone de una manera distinta hacía eso de lo que estas hablando. No solo con lo que dice, sino con como lo dice. Lo que ves y escuchas, sumado a lo que transmite sin palabras o gestos.
Por supuesto, esos mismos gestos palabras y señales no perceptibles por “los cinco grandes” no afectarán de la misma manera a una persona que no seas tú.

¿Qué sentidos son primarios, y cuales secundarios?
¿Quién manda aquí? ¿La “objetividad” de lo que vemos, o la subjetividad de como lo interpretamos? ¿Hasta que punto es objetivo y “real” lo que vemos u oímos? ¿Cuántas veces te has golpeado caminando con algo que estaba inmóvil y habías visto? ¿Cuántas veces has escuchado sonidos en casa, cuando no hay nadie más que tú? ¿Son reales esos sonidos, o bromitas que nos gastan nuestros sentidos “objetivos”?
Vamos, que no es cuestión de ponerse ahora en plan paranoico, pero “los cinco grandes” distan mucho de ser perfectos y objetivos (y no me refiero solo a los casos de gente con minusvalías sensoriales).
Y ya no se ni por donde iba (pero paso de repasar todo lo de aquí arriba).

Pues bueno. Que sí. Quizás no queramos verlos estrictamente como sentidos, pero es obvio que están ahí, y que es el filtro real por el que pasa toda nuestra percepción del universo. Que sí, leches. Que eso es lo que nos hace únicos, distintos. No nuestro ADN, no nuestras huellas dactilares. No nuestro nivel de colesterol, no nuestro DNI.
Nuestra subjetividad es lo que nos diferencia a unos de otros. Lo que hace que miremos a otra persona, y veamos a alguien con quien nos apetece estar o alguien a quien aborrecemos.

Nuestra subjetividad es la que define quienes somos.

marzo 14, 2006 · Posted in Pontificaciones desde la subjetividad  
    

Comments

3 Responses to “Sentidos”

  1. Tosko on marzo 14th, 2006 22:16

    A 18ºC alguien te dirá que tiene frio y otro que tiene calor. Son los mismos 18ºC para todos, pero se «sienten» diferente.
    Una hora se puede hacer corta o eterna. Los mismos 60 minutos, objetivamente vistos, están separados por un mundo de diferencias según quién, cómo y dónde.
    La Teoría de la Relatividad con disfraz de alma. Curioso.

  2. Avjaal on marzo 15th, 2006 10:17

    Lo puedes llamar alma o personalidad. Lo puedes llamar principios o elección. Pero lo que distingue a la persona no es el fisico ni su «educación». Lo que la hace actuar de una manera o de otra no son los instintos o lo que le manden una serie de reacciones quimicas internas (por mucho que los medicos se basen en eso para sus aseveraciones).
    La quimica puede decirme que soy una persona nerviosa (úlcera, hipertensión), pero son mis «sentidos» los que deciden si actuo guiandome solo por esos instintos primarios o peleo contra ellos.

  3. Tosko on marzo 15th, 2006 23:56

    Los sentidos sólo proporcionan información. Cómo la proceses y qué hagas al respecto es, indudablemente, subjetivo, pero no tiene mucho que ver con los sentidos, a no ser que carezcas de ellos.
    No ver o no oir seguramente condiciona la respuesta, pero no por culpa de los no-sentidos, sino porque no hay nada a lo que reaccionar.
    ¿Se puede sentir sin sentidos? Yo creo que sí.

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